Ximo Puig, 'ministrable' de Política Territorial, y Díaz apoyan la España "confederal" de Urkullu

Urkullu, en un artículo publicado este jueves en el diario El País, abogó abiertamente por acometer una reinterpretación de la Constitución de 1978 -sin necesidad de reformarla- para avanzar en el "autogobierno". No sólo del País Vasco, también de Navarra, Cataluña y Galicia.

El dirigente nacionalista planteó, además, un pacto con el Estado que reconozca la "capacidad de decidir" en estas CCAA y pidió al Gobierno dar pasos para que España se convierta en una "confederación" de estados.

[Ximo Puig, 'ministrable' de Política Territorial por su trato "en catalán" con Puigdemont y Aragonés]

Para lograrlo, propuso celebrar una "convención constitucional" en el plazo de un año. Aspira a "pactar una interpretación sobre aquello que la Constitución de 1978 no ha resuelto bien en relación con la cuestión territorial", "una salida a la actual encrucijada política" de "forma flexible y creativa".

Este planteamiento, interpretado como el primer esbozo de las exigencias del PNV para su apoyo a la investidura de Sánchez, fue rechazado de plano, sin embargo, por miembros del Gobierno en funciones.

En conversación con este diario, dos ministros del Ejecutivo de Sánchez calificaron la idea de "una manera de llamar la atención, para que no todo se centre en las reivindicaciones de los catalanes", en referencia a las negociaciones que mantiene el PSOE con Junts y ERC para que una eventual ley de amnistía al procés facilite la investidura del actual presidente en funciones.

"Me recuerda al plan Ibarretxe", añadía uno de ellos. "Habría que ver si ésta es la posición del lehendakari o la de todo el PNV. Porque recuerdo que a Ibarretxe, la ejecutiva del partido lo acompañó en bloque... pero para enseñarle la puerta de salida". En opinión de ambos ministros, "es una idea que se agradece, como todas, pero parece más original que practicable".

Sin embargo, el ministrable valenciano Ximo Puig enseguida respaldó el plan Urkullu. El socialista introdujo matices, pero hizo suyo el mensaje esencial. Puig, que ahora es diputado autonómico y senador territorial, manifestó que ese debate "por supuesto que se ha de producir", aunque sin dejar al margen a las "otras regiones y nacionalidades".

Más adelante, añadió: "No estoy en contra del debate que plantea, pero, evidentemente, debe tener una mirada más amplia de todo el Estado". A su juicio, España está en un momento en el que se ha de "buscar espacios más federales" para mejorar la relación entre las Comunidades Autónomas y el Gobierno, así como para "clarificar algunas cuestiones" como el papel del Senado.

Ximo Puig e Iñigo Urkullu, durante una visita a Ajuria Enea del primero en 2017. Efe

Antecedentes de Puig

"Me parece bien que el País Vasco tenga esa ambición, pero nosotros, los valencianos, también tenemos nuestras ambiciones. Y en cualquier caso, el debate territorial en España no se puede centrar solamente en Euskadi y en Cataluña; en absoluto", abundó preguntado al respecto por los periodistas en Les Corts Valencianes.

Cabe subrayar que el federalismo de Ximo Puig en absoluto es un posicionamiento impostado de este jueves. El dirigente es un firme defensor de la descentralización de España, un discurso que ha mantenido desde que accedió a la presidencia valenciana y, en especial, como contraposición a la figura de Isabel Díaz Ayuso durante la pasada legislatura. "Madrid genera una macrocefalia que es negativa para España", aseveró en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL en julio de 2021.

Precisamente, la presidenta madrileña criticó con dureza este jueves el posicionamiento de Ximo Puig e Iñigo Urkullu. "Su objetivo: una república federal laica plurinacional. Que nos expliquen a todos los españoles qué es 'reinterpretar la Constitución'", manifestó en sus redes sociales.

Otros dirigentes del Partido Popular, también criticaron con dureza el plan Urkullu. "Se acerca el debate de Política General", explicaba a este diario Carlos Iturgaiz, presidente del PP vasco, "y como cada vez que pasa eso, Urkullu se inventa un nuevo palabro. Primero fue lo del 'nuevo estatus' para el País Vasco; luego vino con lo de la 'nación foral', y ahora esto".

Para Iturgaiz, el problema es que "Urkullu es un presidente entre 17... ¿qué opinan los 12 en los que gobierna el PP? ¿Qué opinan Adrián Barbón, en Asturias, o Emiliano García-Page, en Castilla-La Mancha? Yo no los veo comprando la idea de la desigualdad entre españoles que plantean siempre los nacionalistas: si quieren reformar la Constitución que reúnan una mayoría".

Precisamente, sobre esa "reinterpretación" de la Carta Magna, añadía otro ministro a este periódico: "Las cosas que propone Urkullu no caben en la actual Constitución. Y ningún cambio en ella es posible sin contar con el PP o montando foros paralelos a los que ya tenemos: las Cortes". 

No obstante, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, se ha alineado con el posicionamiento de Puig y ha defendido la creación de un nuevo acuerdo territorial "que tenga que ver con la España plurinacional, con un país diverso".

La también vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones ha asistido al estreno del monólogo teatral de Suzie Miller Prima facie, en los Teatros del Canal (Madrid), donde ha atendido a los medios y ha subrayado que la nueva legislatura tiene que trabajar en un nuevo acuerdo territorial.

A su juicio, España tiene que avanzar en "dos carreteras: la agenda social y la agenda territorial", y el actual momento político "abre una nueva oportunidad" para ello. Asimismo, ha reiterado que un modelo territorial que apunte a la plurinacionalidad y contemple más autogobierno es una cuestión defendida por Sumar durante toda la campaña.

De la periferia a Madrid

Por su parte, Puig, como informó este periódico, parece estar esperando una buena oportunidad para seguir en política al más alto nivel, y podría tenerla como ministro si Pedro Sánchez logra formar un Gobierno dependiente —más que nunca— de los nacionalismos catalán y vasco.

Su entorno subraya su vertiente federalista y el trato que tuvo como presidente con sus homólogos Puigdemont y Pere Aragonès (ERC). Sus aptitudes son evidentes para acceder a la cartera de Política Territorial que ahora ostenta Isabel Rodríguez, que es también portavoz del Ejecutivo. Son similares a las que llevaron a la expresidenta balear, Francina Armengol, a la Presidencia del Congreso en este mismo contexto: el de buscar perfiles socialistas afines a los soberanistas.

Pero todas las fuentes consultadas subrayan una misma cuestión: todo dependerá de que Sánchez, si logra ser investido, quiera realmente a Puig en su Gobierno. Conocedor de esta circunstancia, Ximo Puig "hace vida ajeno a esta posibilidad", según aseguran sus allegados.

Subrayan al respecto que el expresidente autonómico "está contento con su rol actual". Sus movimientos, sin embargo, invitan a pensar que se está postulando para mayores responsabilidades y viajar de la periferia a Madrid, como los otros casos ya citados, tras ver frustrado el tercer mandato al que aspiraba en la Comunidad Valenciana, gobernada ahora por el popular Carlos Mazón.