Trump y Netanyahu encarnan a Judas: así se ha reflejado la política y las críticas sociales en la Semana Santa española

Casi como una tradición, la lluvia ha vuelto a marcar la Semana Santa y sus procesiones. Pero no han sido las única protagonistas: personajes relevantes de la política internacional como Donald Trump, Benjamin Netanyahu o Vladimir Putin han encarnado a los llamados peleles, creados y quemados en este Domingo de Resurrección en muchos pueblos a lo largo del territorio nacional.

Representan a Judas Iscariote, el apóstol que traicionó a Jesús, y en la actualidad se personifican con alguien conocido que haya destacado durante los últimos meses por haber realizado alguna mala acción bajo el criterio de los vecinos. La costumbre en muchos pueblos es prenderles fuego, lincharlo o incluso pegarle tiros.

Y en esta Semana de la Pasión, la actualidad internacional se ha colado en estas costumbres. En Alfaro (La Rioja), una decena de figuras caricaturescas entre las que destacan el presidente de EEUU y su homólogo de Rusia, han simbolizado una reivindicación de la libertad y el fin de las guerras.

Este 2025 les han mandado “pa’ Marte”: “De viaje para quedarse como Judas van a Marte. Elon Musk, Trump y Putin, un trío muy inquietante que hoy despega desde aquí. ¿El viaje se lo merecen? A pulso se lo han ganado, pues quien del mal se enriquece, Judas es multiplicado”.

A Netanyahu le han vestido de cromañón y a nuestro planeta Tierra lo han puesto “a la brasa”. A la madre naturaleza entre rejas y a Nicolás Maduro dentro de una urna de votación, rodeado de actas.

El pelele de Nicolás Maduro arde en Alfaro (La Rioja). Raquel Manzanares EFE

También ha ocurrido en Coripe (Sevilla), donde es una tradición centenaria: una figura de un muñeco rubio vestido con un traje de chaqueta oscuro con una gran corbata roja, que recreaba al presidente republicano, ha sido envuelto en llamas después de golpearle desde lo alto de un árbol. Lo fabricaron las madres de alumnos de segundo de ESO del CEIP Iripo de la localidad.

Las personas que elaboran los conocidos peleles lo hacen guardando celosamente el secreto de su identidad, que solo saben tres personas en el pueblo, y se desvela cuando llega al lugar donde es linchado.

La increíble y antigua tradición por Semana Santa en un pueblo de Madrid: se remonta a la época de la Edad Media