España ESPAÑA-MARRUECOS

El Consulado español en Tánger despide a uno de sus trabajadores por la venta de visados

Temor en la legación a que este primer despido termine con la destitución de más personal supuestamente implicado en el fraude.

3 diciembre, 2023 02:56

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha dado un paso más en su labor contra la trama de compra y venta de visados en el Consulado general de España en Tánger, que destapó EL ESPAÑOL en el mes de junio.

La mañana del viernes, el nuevo canciller, Juan Lucas García Escobar, despidió al administrativo Mohamed Bit El Mal. García Escobar llegó al cargo este verano procedente del Consulado de Nápoles, en sustitución del anterior canciller, Julián López-Colina Gómez, que se jubiló.

Precisamente, en su discurso de despedida, el anterior canciller arremetió contra la prensa y este medio, en concreto, por sacar a la luz la denuncia que dejó en evidencia las conductas inapropiadas de algunos de los trabajadores del consulado.

[Un año de prisión para una implicada por tráfico de visados del Consulado de España en Tánger]

Todo se destapó cuando una ciudadana marroquí denunció a dos trabajadoras españolas del consulado, la secretaria del cónsul Teresa G. y a una jefa de visados María G., así como a dos intermediarios marroquíes, Asma B. A., propietaria de la agencia de viajes Stars Voyage en Tánger, y al periodista marroquí Abderrahim Z. con nacionalidad española. Ambos trabajaban en el Ayuntamiento de Tánger, y el hombre era también el encargado de Comunicación y Relaciones Exteriores en el consistorio.

A la denunciante le ofrecieron un visado de trabajo en España por 15.000 euros. Para ello la empadronaron en Tánger y le facilitaron un contrato de trabajo falso; sin embargo, finalmente le entregaron un visado de turismo por tres meses. Al sentirse estafada, decidió denunciar a la Policía, tras escribir un correo al cónsul Alfonso Manuel Portabales, de quien no obtuvo respuesta.

"Visados en una cafetería"

El empleado expulsado el viernes ocupaba el último puesto fijo que se cubrió en el consulado. Durante el examen de convocatoria ya corría la voz de que "la plaza se la regalaron".

Efectivamente, hasta el día del despido operaba en la zona VIP, situada en la segunda planta del consulado, junto a la secretaria del cónsul y la jefa de visados sospechosas de estar implicadas en la trama.

Trabajó de la mano de la secretaria del cónsul, ocupando mucho tiempo el despacho de los clientes VIP que entran al consulado sin cita y son atendidos personalmente en la segunda planta, ya conocida como "la alfombra roja". Después lo trasladaron "a la sala donde se pagaban los visados irregulares" y "los repartía en la cafetería La Fuga", explican fuentes conocedoras del asunto. Asimismo, un ciudadano que trató con él declaró que le había pedido 15.000 euros por un visado para su suegro.

A Mohamed Bit El Mal "es habitual verlo salir del consulado con una mochila cargada de pasaportes y volver al rato", explicaron las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL. A pesar de que se han presentado en el consulado ciudadanos con grandes cantidades de dinero, como en su día denunció el encargado de seguridad, no se están pagando allí los visados: "Se reúnen en bares cercanos para cobrar".

Operaba en una cafetería cercana al consulado, donde el periodista denunciado también se encontraba con las víctimas, según relató a este medio la denunciante.

Registro del coche

El nuevo canciller lo llamó a su despacho en la mañana del viernes y le anunció que estaba despedido. También solicitó a la Policía Nacional que registrara su vehículo a fin de que no sacara ninguna documentación. Desde el mismo día de la expulsión tiene prohibida la entrada a las dependencias consulares españolas.

Las investigaciones han tenido en cuenta también el incremento del patrimonio de los sospechosos. En el caso del despedido, Mohamed había adquirido un vehículo Toyota nuevo.

Otra de las trabajadoras cercana a las denunciadas y compañera del despedido, Nesrin A., compró un Mercedes todoterreno en Alemania valorado en 70.000 euros. Estas operaciones han puesto sobre aviso a los investigadores, ya que el sueldo en el consulado no sobrepasa los 1.500 euros mensuales.

El Ministerio de Exteriores abrió una investigación en junio, tras conocer la denuncia de la víctima y de al menos otros tres ciudadanos marroquíes que entraron a España con el mismo modus operandi y se quedaron en Cataluña de manera irregular.

"Desde que tuvimos conocimiento de noticias en torno a esos supuestos hechos, pusimos en marcha una investigación, en la que, naturalmente, contamos con la total colaboración del Consulado general en Tánger", afirmaron entonces a EL ESPAÑOL fuentes del departamento que dirige José Manuel Albares.

Las pesquisas de Exteriores se centraron en las dos denunciadas españolas, a pesar de que la víctima señaló igualmente a dos ciudadanos marroquíes, que son objeto de investigación por parte de la Policía de Tánger.

Por su parte, las españolas sospechosas cargaron toda la responsabilidad en la intermediaria marroquí, que ha sido condenada a un año de cárcel y a una multa. Además, tuvo que devolver los 15.000 euros a la víctima, también en prisión, acusada de fraude por intentar comprar un visado.

Sin embargo, este primer despido dentro del consulado relacionado con esta trama se ha vivido "con temor", explican a EL ESPAÑOL, debido a que podría ser la pieza inicial de un dominó que terminara con la destitución de más personal supuestamente implicado en la venta de visados.