Pedro Sánchez, en su visita a Mohamed VI en Rabat en abril.

Pedro Sánchez, en su visita a Mohamed VI en Rabat en abril. Borja Puig de la Bellacasa Moncloa

España MARRUECOS-ESPAÑA

Los cinco objetivos que determinarán si la cumbre España-Marruecos es un éxito o un fracaso

Se estima firmar alrededor de un centenar de acuerdos, que van desde la migración al acuerdo de pesca o la delimitación de las aguas canarias. 

29 enero, 2023 03:45

Una representación del Gobierno español, con el presidente Pedro Sánchez a la cabeza y hasta doce ministros, viaja los días 1 y 2 de febrero a Rabat para celebrar la esperada XII Reunión de Alto Nivel (RAN) hispanomarroquí. Sin embargo, todavía no hay certeza de que el rey Mohamed VI reciba al dirigente, como es habitual.

El monarca alauita viajó hace un mes a su palacio de Gabón, desde donde se desplazó a Zanzíbar, según informan a EL ESPAÑOL fuentes diplomáticas. En Marruecos no pueden asegurar que vaya a regresar esta próxima semana.

En la última RAN, en 2015 en Madrid, el jefe del Gobierno marroquí, Abdelillah Benkirane, fue recibido en audiencia por el rey Felipe VI. Y así es habitualmente. Incluso, el monarca alauita recibió a José María Aznar tras la crisis de la Isla de Perejil en 2002.

En todo caso, en Marruecos quieren restar importancia a esa foto entre Sánchez y Mohamed VI. La última fue tomada el 7 de abril en Rabat, cuando se enterró el hacha de guerra de la crisis diplomática, que se arrastraba desde 2020 y se agudizó en 2021 con la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

El presidente viajará acompañado de 12 ministros, ninguno de Unidas Podemos, y de empresarios. Se estima firmar alrededor de un centenar de acuerdos, que van desde lo más urgente, como es la migración y el terrorismo, hasta otros como la cooperación educativa y cultural o la Justicia.

En definitiva, se reactivará la cooperación sectorial en todos los ámbitos de interés común: económico, comercial, energético, industrial y cultural, entre otros. Son cinco los asuntos principales a negociar estos días. La cumbre será un termómetro de las relaciones bilaterales.

1. Aduana comercial

El paso de mercancías por las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla es uno de los temas a resolver. A pesar de que el Gobierno español aseguró que entrarían en funcionamiento antes de la RAN, todavía no ha sucedido.

“La plena normalización de la circulación de personas y de mercancías se restablecerá́ de manera ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo”, reza en el punto 3 de la hoja de ruta firmada por Pedro Sánchez y Mohamed VI el 7 de abril de 2022.

Por su parte, “España está preparada para abrir la aduana comercial, pero no tiene información sobre una fecha exacta”, aseguraron a EL ESPAÑOL desde el Ministerio de Hacienda y Función Pública esta semana. Al respecto, en Marruecos se guarda silencio.

Por el momento, Ceuta y Melilla se han tenido que conformar con realizar un simulacro de la reapertura comercial de sus aduanas con Marruecos el viernes. De cada ciudad salieron al país vecino dos furgonetas con productos de higiene y aluminio. “Un primer paso para testar sobre el terreno la capacidad de respuestas de los dos países”, aseguró la delegada del Gobierno de Melilla, Sabrina Moh.

En vistas de que Marruecos no avanza en este sentido, los resultados de la prueba piloto se llevarán a la RAN para “diseñar un calendario que permita el comercio entre los dos países con todas las garantías”, adelantó Moh. No obstante, se desconoce aún si se podrán pasar alimentos y qué documentación se requiere.

2. Aguas con Canarias

En la RAN se evaluará el trabajo del grupo sobre delimitación de espacios marítimos en la fachada atlántica, que se solapan con los del archipiélago canario. El objetivo es lograr avances concretos.

En todo caso, ningún representante de las Islas Canarias estará presente en las mesas de negociaciones conjuntas sobre sus aguas. Al igual que ocurre con Ceuta y Melilla, en Rabat se abordarán temas que afectan a Canarias sin la presencia de ningún responsable regional.

De hecho, el viaje del presidente canario, Ángel Víctor Torres, a Marruecos se retrasa. Su portavoz, Julio Pérez, aseguró que “se concretará una vez se celebre la Reunión de Alto Nivel entre España y el Reino de Marruecos”. El socialista canario lleva meses esperando a ser recibido en el país vecino.

Además de la negociación de la mediana marítima, los canarios están interesados en gestionar con Marruecos las prospecciones petrolíferas y de minerales, que ya realiza este país en aguas cercanas a Canarias; la gestión migratoria o la posición sobre el Sáhara Occidental.

3. Acuerdo de Pesca

El acuerdo pesquero entre Marruecos y la Unión Europea, válido por cuatro años, debe renovarse en el mes de julio. No será una negociación sencilla tras el tira y afloja de los Parlamentos europeo y marroquí por la resolución de la Eurocámara que condena el acoso y encarcelación de periodistas y activistas.

La Unión Europea paga a Marruecos alrededor de 50 millones de euros anuales a cambio de que un centenar de barcos faenen en sus aguas y en las del Sáhara Occidental. El acuerdo afecta a España, porque la mayoría de esa flota es andaluza.

[El Parlamento Europeo tira de las orejas a Marruecos por no respetar los derechos humanos]

Rabat espera que España desempeñe un papel de intermediario, sobre todo teniendo en cuenta la sentencia de casación del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre los acuerdos comerciales y de pesca entre la Unión Europea y Marruecos, que no permite a Rabat mercantilizar los productos del Sáhara Occidental. Es aquí donde Marruecos le va a pedir a Sánchez un apoyo más explícito en cuanto a la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.

4. Seguridad: migración y terrorismo

El grupo permanente hispanomarroquí sobre migraciones se ha venido reuniendo en el último año para relanzar y reforzar la cooperación.

En esta ocasión, se pasará revista a esa colaboración: patrullas mixtas marítimas, terrestres y aéreas entre la Guardia Civil y la Gendarmería Real; el intercambio de información y la colaboración policial para desmantelar redes de tráfico de personas; y la creación de los Centros de Cooperación Policial de Tánger y Algeciras.

Como solución para canalizar los flujos migratorios, España seguirá apostando por la migración circular y los programas de formación y capacitación. De manera estratégica, España y la Unión Europea fomentan programas como el de los contratos temporales a las recolectoras de frutos rojos.

Además, el Ministerio de Migraciones apunta a programas de formación en diversas actividades profesionales con la implicación de empresas españolas radicadas en Marruecos. Por su parte, Rabat seguirá incidiendo en la agilización de la concesión de visados.

En cuanto al terrorismo, la colaboración bilateral es continua e incluso no se paralizó durante la crisis. Sin embargo, el último atentado de Algeciras vuelve a poner la atención en la actuación de los lobos solitarios.

Por ello, ambos países trabajan conjuntamente con dos oficinas, que pertenecen a la ONU, para la prevención de la radicalización terrorista.

5. Comercio y empresas

La RAN comenzará con un foro empresarial en Rabat al que asistirá Pedro Sánchez y su homólogo marroquí, el primer ministro Aziz Akhannouch, para facilitar los intercambios económicos y las conexiones entre los dos países.

En todo caso, es habitual que se organicen foros empresariales durante la RAN. “Espero y deseo que sirva para tirar para adelante”, dice a EL ESPAÑOL Jaume Reverter, un empresario español afincado en Marruecos desde hace una década.

Es uno de los sectores que más ha sufrido durante la crisis bilateral, y la RAN les puede proporcionar un respiro y, sobre todo, una esperanza.

España ha ganado terreno a Francia, no solo como primer socio comercial de Marruecos, sino también en la adjudicación de obra. “En Marruecos, en todos los proyectos de hidrógeno verde y de energías renovables están priorizando a las empresas españolas”, explica Reverter.

Se ofrecen facilidades para que las compañías españolas realicen estos proyectos, sobre todo los de ingeniería. Algunos son importantes, como la desaladora de Casablanca.

Hay voluntad en Marruecos de que las empresas españolas puedan trabajar con garantías y en proyectos interesantes. Pero detrás también está la intención de que se instalen en el Sáhara Occidental, de tal manera que el territorio se legitime como parte de Marruecos frente a lo estipulado por el Tribunal Europeo.

Reverter, que tiene también oficina en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, reconoce que para los empresarios “la paz y el buen entendimiento con Marruecos es importante”.