Aduana cerrada del Tarajal en Ceuta (España), el pasado día 7 de mayo.

Aduana cerrada del Tarajal en Ceuta (España), el pasado día 7 de mayo. Europa Press

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La reapertura de Ceuta y Melilla diezma el número de transfronterizos que accederán a España

A partir del 31 de mayo, se exigirá un visado especial, al que solo tendrán acceso menos de medio centenar de personas.

22 mayo, 2022 03:29

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España prepara la segunda fase de la reapertura de las fronteras terrestres entre Marruecos y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. A partir del 31 de mayo, se permitirá pasar por los pasos de Beni Ensar a Melilla y de El Tarajal a Ceuta a los trabajadores marroquíes transfronterizos.

Para ese momento, la Delegación del Gobierno en Ceuta, previa consulta con los Ministerios del Interior y de Exteriores, ha coordinado junto con el Consulado General de España en Tetuán "un procedimiento ágil y rápido que permitirá a las personas transfronterizas con permisos concedidos, pero sin la Tarjeta de Identidad de Extranjeros (TIE), acceder a Ceuta a través de un visado de validez territorial limitada", según informa la Delegación.

Sin embargo, solo podrán obtener ese visado especial los trabajadores que tengan concedida la autorización de trabajo transfronterizo en vigor, y aquellos que tienen la autorización anterior pero pendiente de alta en la Seguridad Social. 

Esta medida deja fuera a la mayoría de los trabajadores marroquíes que entraban diariamente a Ceuta hasta que en marzo de 2020 se cerraron las fronteras. A partir del 31 de mayo, podrán entrar a Ceuta y Melilla menos de medio centenar de un total de 8.000 transfronterizos. 

La Oficina de Extranjería de Ceuta ha facilitado un listado con sólo unos 300 nombres al Consulado de Tetuán. De esta manera, otras 3.300 personas, que entraban todos los días a trabajar desde Marruecos a Ceuta con su tarjeta de transfronterizo, quedan excluidas.

La realidad es que nunca disfrutaron de los mismos derechos que los trabajadores marroquíes que trabajan en la Península con su permiso de residencia. La tarjeta de transfronterizos les permitía trabajar durante un año en un sector, sin derecho a pernoctar en España. Por lo tanto, entraban y salían diariamente por las fronteras, creando unas colas inmensas desde la madrugada.

Sin embargo, esos miles de trabajadores que no podrán entrar a Ceuta llevan años cotizaban a la Seguridad Social. Además, se les aplicaba fiscalmente el Impuesto sobre la Renta de No Residente (IRNR), lo que supone un 24% de salario, que no podían refundar al no realizar la declaración de la renta en España. Igualmente, no cobraban la prestación por desempleo, ni ningún otro tipo de ayuda.

Irregularidades en la Ley de Extranjería

Estas irregularidades en la Ley de Extranjería de 2011 quedaron al descubierto con el cierre de los puestos fronterizos el 13 de marzo de 2020. 

"Tres artículos de la Ley de extranjería de 2011 (182, 183 y 184) vulneran los derechos de los trabajadores y la Ley de Derecho Internacional, y no se les puede aplicar ningún convenio a estos trabajadores", explica a EL ESPAÑOL Abderramán El Fahsi, secretario general de UGT-FICA Melilla.

El artículo 184 establece que la validez de la autorización para que un ciudadano marroquí trabaje en las ciudades autónomas está sujeta al empresario con el límite de tres meses al año. De tal manera que los empleados no están encuadrados en ninguna actividad en concreto y, por lo tanto, no se les puede aplicar los convenios colectivos correspondientes.

En cuanto al artículo 183, para la obtención de la autorización de trabajo, los requisitos son los mismos que para un visado de residencia y trabajo. Tanto los empleados extranjeros con permiso de trabajo y residencia como los trabajadores transfronterizos tienen las mismas obligaciones y pagan sus impuestos, pero estos últimos no tienen derecho a estar registrados en las oficinas del INEM. Por lo tanto, se quedan sin el derecho al desempleo y excluidos del sistema de jubilación de la Seguridad Social, al no tener los quince años cotizados.

Por su parte, los transfronterizos que se han quedado irregulares en Marruecos y a quienes no se les va a dar el visado especial asumen el cambio por parte de España, pero exigen que se les devuelva el dinero que han cotizado durante todos estos años a la Seguridad Social. 

"Si el gobierno de Ceuta o el de España no quiere que los trabajadores marroquíes vuelvan sin visado, tienen que darnos el dinero que tenemos en la Seguridad Social para la jubilación. Hay personas que tienen más de 15 años cotizados. Tienen que devolvernos todo el dinero, como lo hace Francia. Además, hay trabajadores con sus ahorros en el banco español y no tienen posibilidad de entrar porque no tienen acceso al visado", reclama a EL ESPAÑOL Marouan Chakib, portavoz de los trabajadores transfronterizos en Tetuán

Trámites del visado especial 

Este visado especial se podrá tramitar una semana antes de la reapertura a los transfronterizos, con cita previa en las oficinas del Consulado de Tetuán, a partir del 23 de mayo de 12.30 a 13.45h en el caso de Ceuta. A partir del 24 de mayo, se concertarán 40 citas diarias, de tal manera que en una semana los 300 trabajadores que aparecen en el listado de Extranjería podrían obtener el visado especial. 

La hoja de solicitud se entregará en el momento de la petición de cita. Además, tienen que adjuntar el pasaporte y la resolución de autorización, o prórroga de la misma, de trabajo transfronterizo emitida por la Delegación del Gobierno de Ceuta. 

Una vez obtenido el visado, los interesados deberán concertar una cita en la Oficina de Ceuta para tramitar su Tarjeta de Identidad llamando al teléfono +34956984451.

La delegada del Gobierno tiene previsto reunirse con colectivos, agentes y profesionales para darles cuenta de este procedimiento y resolver sus dudas con vista al tránsito por la frontera de este colectivo el próximo 1 de junio.