Ciudadanos afganos esperan a las puertas del aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul.

Ciudadanos afganos esperan a las puertas del aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul. Reuters

España

400 afganos de la misión de la UE llegarán a España, pero los colaboradores de la embajada siguen allí

El Gobierno de Sánchez se ha ofrecido a acoger a 60 de ellos, mientras traductores y empleados afganos de la embajada española esperan una llamada que no llega.

18 agosto, 2021 02:38

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Josep Borrell, alto representante de Política Exterior de la UE, ha agradecido este martes a España la oferta que ha realizado en Bruselas de coordinar la llegada de los afganos que durante años trabajaron en Afganistán para las instituciones comunitarias, así como de sus familias. Bruselas calcula que en total serán unas 400 personas, que serán trasladadas en avión hasta España para obtener un visado de protección internacional. A partir de ahí se decidirá en qué país de la UE se instalan como refugiados, aunque el Gobierno de Pedro Sánchez se ha ofrecido a acoger a entre 40 y 60 de ellos.

Borrell ha afirmado este martes que los talibanes "han ganado la guerra" en Afganistán y que hay que "tratar con ellos". "Si quiero que 400 personas, afganos y sus familias, que han trabajado con nosotros y las delegaciones de la UE, lleguen al aeropuerto, hay que entender que tengo que hablar con ellos", ha insistido.

"No es cuestión de reconocimiento oficial, sino de tratar con ellos. Tenemos que implicarnos con ellos y, al mismo tiempo, estar muy vigilantes con el respeto de las obligaciones internacionales con las que se han comprometido los talibanes en los últimos 15 años", aseguró el jefe de la diplomacia europea al término de la reunión.

El anuncio de Borrell llega mientras los traductores y empleados afganos de la Embajada de España en Kabul permanecen ocultos en sus casas desde el pasado fin de semana, a la espera de una llamada que no llega para tomar un avión con destino a España.

Los dos aviones A400M enviados por España permanecen en Dubái, a la espera de poder poner rumbo hacia Kabul cuando reciban la orden, mientras la vida de traductores y empleados afganos corre peligro después de haber colaborado con una embajada extranjera.