El rescate español se complica mientras otros países aliados evacuan ya a los suyos

Los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores reconocen, en un comunicado conjunto emitido este martes, que cada vez son más "difíciles" las condiciones para evacuar al personal de la Embajada de España en Kabul y sus colaboradores afganos, después de que la ciudad haya quedado en manos de los talibanes.

España ha enviado en las últimas 24 horas dos aviones militares A400M (cada uno con capacidad para transportar a 116 pasajeros), encargados de llevar a cabo la "repatriación del personal de la embajada, de los españoles que quedan en ese país, así como de todos aquellos afganos y sus familias que durante años han colaborado con nuestro país", señalan la nota oficial.

La primera de estas aeronaves despegó de la base aérea de Zaragoza el lunes a las 10 y media de la noche (con más de 12 horas de retraso sobre lo previsto inicialmente). La segunda lo ha hecho este martes en torno a las 17 horas. Ambas aeronaves tienen como primer destino Dubái, a la espera de que puedan tomar tierra en el aeropuerto de Kabul. 

Cercan el aeropuerto

La tripulación de ambos aviones militares está formada por pilotos del Ala 31 de Zaragoza, tropas del Batallón de Cooperación Cívico Militar (CIMIC) del Ejército del Aire y del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) del Ejército del Aire.

Pero ni Defensa ni Exteriores han podido precisar hasta el momento cuándo podrán viajar estos aviones desde Dubái hasta Kabul para iniciar la evacuación. Fuentes militares señalan que Defensa no dará este paso hasta que haya plenas garantías de que los vuelos pueden operar en condiciones de seguridad en el aeropuerto de Kabul.

Durante las últimas horas, Estados Unidos se ha hecho con el control de la terminal del aeropuerto y ha despejado por completo su pista de aterrizaje, que en la mañana del lunes se vio invadida por cientos de afganos que buscaban desesperadamente la forma de huir del país. Por el momento sólo operan en el aeródromo vuelos militares.

Por su parte, los talibán controlan los accesos al aeropuerto: según los acuerdos alcanzados con EEUU, sólo permiten la salida del personal norteamericano y sus aliados, pero impiden que ciudadanos afganos puedan abandonar el país. 

Los policías españoles

Esto dificulta el compromiso que ha adquirido el Gobierno español de evacuar, junto al personal de la Embajada, a los afganos que trabajan en la legación diplomática y a los traductores que han colaborado durante los últimos años con las tropas españolas en el país.

Los policías españoles -Geos y agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP)- encargados de la seguridad de la Embajada permanecen concentrados desde primera hora del lunes en un "lugar seguro" próximo al aeropuerto, a la espera de la evacuación.

Varios de estos agentes han transmitido a sus familiares que esperan poder embarcar "de forma inmediata" en el avión de regreso a España. Pero las autoridades españolas aún no están en condiciones de precisar en qué momento tomarán tierra en Kabul los dos aviones militares A400M que permanecen en Dubái.

Fuentes militares señalan que España puede verse abocada a negociar un acuerdo con los talibanes (como ha hecho ya EEUU) para lograr garantías de que la evacuación se podrá llevar a cabo sin ningún contratiempo.

Francia y Alemania 

Por otro lado, es muy probable que los dos aviones A400M enviados desde Zaragoza sean insuficientes para completar la operación, ya que deben ser trasladadas a España cerca de 500 personas, incluyendo todo el personal de la Embajada, los agentes de Policía Nacional, empleados afganos y traductores del Ejército.

Cada una de estas aeronaves tiene capacidad para 116 pasajeros, una cifra que se puede incrementar, con cierta incomodidad, ocupando por completo la bodega de carga. En cualquier caso, el Gobierno español ha aclarado que se trata sólo de la "primera fase" de la operación de rescate y que enviará tantos vuelos como sea necesario para completar la evacuación.

Pero las dificultades de España para completar esta misión contrastan con la diligencia que están demostrando otros países aliados. No sólo Estados Unidos ha logrado operar ya varios vuelos para repatriar a su personal diplomático desde Kabul.

Francia ha logrado evacuar este martes a 45 nacionales, colaboradores afganos y sus familias a bordo de un Airbus A310. 

Por su parte, el Gobierno alemán ha logrado fletar un primer vuelo de evacuación, con siete pasajeros, y ha enviado un segundo avión a Kabul para rescatar al resto de su personal diplomático y colaboradores. El Gobierno de los Países Bajos también ha enviado ya su segundo vuelo de rescate a la capital afgana.

Mientras tanto, la operación rescate puesta en marcha por España permanece encallada: los dos aviones militares A400M siguen en Dubái, a la espera de recibir instrucciones para viajar a Kabul. Los ministerios de Defensa y Exteriores insisten en que, de momento, no pueden ofrecer más detalles para garantizar la "seguridad" del personal que está a la espera de ser repatriado.