Edmundo Bal, flanqueado por Arrimadas y Villacís.

Edmundo Bal, flanqueado por Arrimadas y Villacís. EFE

España CIUDADANOS

Hundir al soldado Bal y robarle 4 escaños, la baza de la izquierda para ganar a Ayuso en Madrid

Gabilondo confía en que el hundimiento de Ciudadanos vaticinado por el CIS permita a la izquierda sumar mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid. 

7 abril, 2021 05:09

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Si el objetivo claro de Inés Arrimadas, parafraseando el título de la célebre película de Spielberg, es salvar al 'solado' Bal, el de la izquierda, y en concreto el del candidato socialista, Ángel Gabilondo, es hundirle. El actual portavoz adjunto del partido naranja, Edmundo Bal, designado candidato de emergencia de Ciudadanos a las elecciones del próximo 4 de mayo, tiene una papeleta difícil ante el descalabro que inició su partido a finales de 2019, con el batacazo electoral de Albert Rivera que provocó su dimisión.

Las encuestas no le garantizan que obtenga el 5% de los votos necesarios para obtener representación, y los buitres políticos no dejan de sobrevolar sobre los restos de ese potencial cadáver político.

Por supuesto el PP, que aspira a recuperar buena parte del electorado que se le fue fugando a los naranjas en el último lustro, y que el exvicerpresidente Ignacio Aguado logró llevar casi hasta el 20% de voto en las elecciones de 2019. Pero también la izquierda.

Y es que si Ciudadanos no entra en la Asamblea de Vallecas, los siete escaños que obtendría de hacerlo si superase el 5% se repartirían de una manera casi equitativa entre los dos bloques en contienda, pero pudiendo otorgárle a la izquierda hasta cuatro últimos escaños que podrían ser decisivos para formar mayoría.

Siete disputados escaños  

El director de SocioMétrica, Gonzalo Adán, asegura que de acuerdo con la Ley D'Hondt mediante la que se reparte los escaños en España (el sistema electoral madrileño es el mismo y más proporcional al tratarse de una circunscripción única) de esos siete asientos que no obtendría el partido naranja dos podrían ir a la lista más votada, el PP según el consenso abrumador de los sondeos, y otros dos a la segunda, el PSOE.

Los tres restantes para cada una de las otras formaciones que, a diferencia de los centristas, sí lograrían representación, es decir: Podemos, Más Madrid y Vox. En definitiva, tres escaños para la derecha y cuatro para el bloque de izquierdas. Todo ello teniendo en cuenta, además, que los votos estériles de Ciudadanos habrían ido a parar, en principio, al bloque del centroderecha, aunque después de la abrupta ruptura del Gobierno de coalición de Isabel Díaz Ayuso y Aguado eso pudiera generar dudas. 

El propio Gabilondo se lanzaba el pasado lunes durante un acto en Parla, casi al mismo tiempo que se conocía el comentado sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de José Félix Tezanos, a pedir el apoyo de los votantes de Ciudadanos. 

Lo cierto es que tras la entrada de Pablo Iglesias en liza, después de su repentino abandono de su puesto de vicepresidente segundo en el Gobierno de Pedro Sánchez -el golpe más significativo de la precampaña madrileña, con permiso del propio adelanto electoral de Ayuso- el bloque de la izquierda parece tener garantizado que no se perderá ninguno de sus votos.

Si Podemos apenas superó por poco la barrera del 5% de voto en 2019, con Isa Serra como candidata, la presencia de su líder le garantizada holgadamente ese mínimo, que no parece que vaya a peligrar tampoco para Más Madrid, el proyecto político de Íñigo Errejón liderado ahora por Mónica García

El 'soldado' Bal no es un caballo ganador de cara al 4-M, ni desde luego el protagonista principal de la campaña. Pero de su éxito o fracaso pueden depender muchas cosas para el futuro político de la Comunidad de Madrid.