Los problemas personales del alcalde de Badalona: por esto salió borracho a la calle y mordió a un policía

Los problemas personales del alcalde de Badalona: por esto salió borracho a la calle y mordió a un policía

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Los problemas personales del alcalde de Badalona: por esto salió borracho a la calle y mordió a un policía

Álex Pastor lleva inmerso en una situación delicada desde 2018, el año en el que se divorció y asumió el liderazgo del ayuntamiento de su ciudad.

22 abril, 2020 20:15

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Para incentivar a los más pequeños a que se queden en casa durante el confinamiento, la Guardia Urbana de Badalona ha diseñado unos diplomas, con un arcoriris, que invitan a los niños a no salir a la calle. La idea es que, si se comportan y cumplen con la orden, al final de la cuarentena se escribirá el nombre del niño bajo el arcoiris y se le entregará, recompensando así haber respetado las normas. Pero en Badalona hay un chico que se ha portado muy mal y no va a recibir el diploma. El detalle es que tiene 40 años y es el alcalde.

“Sí que se veía venir. Desde hace un par de años va dando bandazos”, le cuenta a EL ESPAÑOL un vecino del barrio de Llefià (Badalona) respecto al tema que ha puesto a la ciudad en todos lo informativos del 22 de abril: el alcalde socialista Álex Pastor ha sido detenido por conducir borracho durante el confinamiento, resistirse a su detención y agredir a los agentes de los Mossos d’Esquadra que le identificaban. “No sabéis con quién estáis hablando” fue una de las últimas frases de Álex Pastor como primer edil de la ciudad, dado que horas más tarde dimitió de su cargo.

Es la última (y definitiva) de las polémicas de un alcalde que llegó al cargo de forma casi accidental. Como en aikido, el arte marcial que aprovecha la fuerza del rival para derrotarlo. Le sacó el máximo partido a las tensiones entre los dos grandes bloques políticos de Badalona; una contienda que se podría resumir el ‘sheriff’ Albiol por un lado y todos los demás (socialistas, comunistas, independientes e independentistas) por el otro. Ambos bloques encontraron en Pastor a la figura de consenso, en el mal menor. Una figura, sin embargo, ha estado en entredicho desde el principio. Presuntos problemas personales que arrastra desde que se divorció en 2018 le han ido pasando factura. Primero en el ámbito de la salud, que le hicieron sufrir un amago de infarto que le ha tenido fuera de combate los últimos meses. Luego en el laboral y en el de la reputación, porque el episodio del martes por la noche ha finiquitado su carrera política para siempre.

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Haciendo eses

“No iba a ningún sitio; venía. Volvía borracho de ver a una amiga suya que vive en Barcelona” coinciden en contarle a este periódico varias fuentes que residen en Badalona. Es la versión más extendida entre los vecinos acerca de lo que ocurrió la noche del 21 de abril, cuando su alcalde fue detenido en la calle Consell de Cent (Barcelona) haciendo eses con su Kia Picanto.

Iba borracho, se negó a que le practicasen la prueba de la alcoholemia, se encaró con los agentes, los amenazó y les propinó una patada y un mordisco durante la detención. Algunas de estas fuentes badaloninas consultadas por EL ESPAÑOL lo cuentan con perceptible decepción, ya que se definen como votantes socialistas en las últimas elecciones: “De lo que había era el que mejor nos parecía. Ni nos gusta Albiol, ni somos independentistas. Tampoco nos esperábamos este follón”.

Diploma que entrega la policía de Badalona a los niños que respetan el confinamiento, no como su alcalde

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En realidad pocos se esperaban se follón. Álex Pastor (Badalona 1979) mantenía alta la moral de la tropa durante el confinamiento grabando vídeos desde su casa. El alcalde de Badalona desde hace menos de dos años le explicaba a sus conciudadanos cómo había decidido aumentar el número de efectivos del servicio de limpieza de las calles. Era una de las cruces en el debe de la gestión de Pastor. Muchos vecinos se quejan de que, tras la salida de Albiol, el aspecto de las calles de Badalona está muy descuidado.

En las últimas semanas, Álex Pastor se había dejado ver en algunos actos oficiales con mascarilla, mientras en sus redes sociales iba colgando puntualmente el reporte de los casos de infectados en su ciudad, así como el de denunciados por saltarse el confinamiento. Acompañaba sus textos de iconos y mensajes de ánimo para sus vecinos y les animaba a respetar las normas. Nada hacía presagiar que, como acabó declarando más tarde en su carta de dimisión, está atravesando por unos momentos personales delicados y que iba a romper el confinamiento totalmente ebrio.

De funcionario a alcalde

Álex es uno de los ediles más jóvenes del consistorio, un entorno que nunca la fue ajeno: es diplomado en Relaciones Laborales y trabajaba como funcionario municipal antes de entrar como concejal en 2012. Es uno de esos jóvenes afiliados al partido desde su juventud, que ha ido haciendo carrera en torno a unas siglas. En su favor, apuntar que se echó al equipo a las espaldas cuando peor iba el partido: en 2015, los socialistas se pegaron un batacazo electoral (perdieron cinco concejales) y el líder del grupo local se batió en retirada. Fue ahí cuando se puso en primera línea del PSC de Badalona.

Álex Pastor es carne de meme desde el incidente

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Lo definen como un tipo cercano y afable, rasgo de carácter que echan de menos los votantes de Badalona en los otros candidatos: “Albiol tendrá muchas virtudes, pero buen talante no tiene”. Justifican algunos de sus votantes. Pastor quiso postularse desde el principio como la figura del consenso, como el eje sobre el que pivotar. Sus actos en la campaña electoral parecían un programa de Risto Mejide: se llevaba un sofá a un barrio de Badalona y allí, formato ‘chester’ resolvía las dudas de los vecinos.

Todos los partidos, de algún modo, le vieron como el mal menor en algún momento. En 2015, cuando empezó, Albiol perdió la alcaldía y cayó en manos de Dolors Sabater (Guanyem). La alcaldesa protagonizó varias polémicas y sufrió una moción de censura en 2018 en la que Albiol acabó dándole el apoyo al socialista: lo que fuese para tumbar a la alcaldesa.

En los siguientes comicios (2019), se diola vuelta a la tortilla. Ya como cabeza de lista, Albiol tampoco pudo armar una mayoría. Todo apuntaba a que la alcaldía volvería a recaer sobre Guanyem Badalona, pero Pastor, cuyo apoyo era imprescindible para formar ese gobierno de izquierda, hizo la de Rajoy: no hacer nada y esperar. Anunció que solamente daría apoyo a una candidatura que le llevase a él, tercera fuerza más votada del municipio (6 concejales). Finalmente, Guanyem cedió y le dio la alcaldía otra vez a Pastor.

2018, año clave

Juventud y fiesta. En este caso sí iban unidos: “Siempre ha sido un tío de salir, pero desde hace dos años se le veía más a menudo de fiesta. En verano en unas carpas muy famosas que hay en Badalona cerca de la playa”, explican vecinos de Badalona. Y es que en 2018 llegó Pastor a la alcaldía y ese fue el año en el que empezaron sus problemas personales. A la presión del puesto le sumó su separación conyugal y los problemas derivados del proceso. Padre de dos hijas, cuentan que no llevó bien este hecho y que fue ahí cuando empezó a presentar problemas con la bebida. Defiende Xavier Albiol que Pastor tenía más adicciones, más allá del alcohol. “Sus problemas con las dependencias son muy conocidos en algunos ambientes de Badalona”, insistía Albiol el día después de la detención.

Su campaña electoral al estilo Risto Mejide

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Tal vez por eso pidió las explicaciones pertinentes al ejecutivo local el año pasado, cuando el alcalde Pastor pasó un tiempo fuera de combate. Se estaba recuperando, cuentan fuentes próximas al gobierno, de un problema coronario. “Le dio un amago de infarto por la mala vida que se lleva”; sentencian fuentes de Badalona a EL ESPAÑOL. La insistencia del equipo de Albiol en conocer las causas de dicho amago cayeron en saco roto.

El culmen de esta espiral de autodestrucción tuvo lugar el martes por la noche, en la céntrica calle de Consell de Cent, a más de 10 kilómetros de su casa en La Morera (Barcelona). En mitad de la solitaria calle barcelonesa, un Kia Picanto iba haciendo eses. Los Mossos le pararon y notaron que olía alcohol casi sin bajar la ventanilla. El, desde el principio, intentó amedrentar a los agentes mostrando el carnet socialista y advirtiéndoles de que no sabían con quién estaban tratando. “No sabéis con quién estáis hablando. Soy el alcalde de Badalona. ¿Estáis seguros de lo qué vais a hacer? ¿De verdad? Pues venga que si voy para adelante vosotros vais conmigo”. Una escena que recuerda al famoso chiste del concejal de Cuenca que contaba Chiquito de la Calzada.

Altivo hasta el final

Se negó a identificarse, forcejeó con los agentes, le propinó un puñetazo a uno, una patada a otro y un mordisco en el brazo cuando ya estaba en el suelo. Mantuvo, según fuentes policiales, una actitud altiva y chulesca durante la detención y el posterior traslado a dependencias policiales. Se le notaba alterado y embriagado. La actitud altiva desapareció cuando recibió, en los calabozos, la visita de su abogado, comunicándole que la prensa ya había publicado el suceso en detalle y que el PSC le había fulminado de la militancia. Se hundió y dimitió, redactando un texto que hizo público su abogado al día siguiente.

Consejos vendo, para mí no tengo

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El Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona decretó, el día 22 por la tarde, su salida en libertad con cargos. Está acusado de un delito de atentado contra agentes de la autoridad y otro contra la seguridad vial. Ha pedido perdón en una carta, mientras en el Ayuntamiento de Badalona ya empieza la carrera para hacerse con un bastón de mando que, desde que lo dejó Albiol, parece que tiene una maldición: ningún alcalde aguanta un mandato entero. Entretanto, Álex Pastor volverá a su casa de Badalona, con el carnet retirado y sin la posibilidad de recibir el diploma arcoiris que la policia de su ciudad le da a los niños que se portan bien durante la cuarentena.