La ministra de Defensa, Margarita Robles, y la nueva directora del CNI, Paz Esteban.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, y la nueva directora del CNI, Paz Esteban. EFE

España INTELIGENCIA

Paz Esteban, una Stella Rimington forjada a las órdenes de Sanz Roldán hasta dirigir el CNI

Su trayectoria guarda ciertos paralelismos con la primera mujer que coordinó los servicios británicos; en agenda tiene importantes retos de seguridad.

1 febrero, 2020 02:54

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Los servicios de inteligencia españoles ya tienen quien los coordine durante los próximos años tras su etapa de interinidad. El Gobierno confirma a Paz Esteban al frente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), una mujer -la primera que ostentará este cargo- que ha demostrado sus virtudes en los 37 años en los que lleva vinculada a la institución.

Su caso, no obstante, no es del todo singular: su trayectoria guarda estrechos paralelismos con la de Stella Rimington, quien rompiera todas las barreras durante su mandato en el MI5 británico.

Los expedientes de una y otra detallan una formación, a priori, alejada de los contubernios de seguridad. Paz Esteban (1958) estudió Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Madrid. Stella Rimington (1935), administración de archivos en la Universidad de Liverpool.

El brillante expediente y sus aptitudes para desenvolverse con material clasificado le valieron a Paz Esteban para ingresar en el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) -anterior denominación de los servicio de inteligencia españoles- en 1983, cuando apenas tenía 25 años.

Inteligencia exterior

Stella Rimington, por su parte, empezó a trabajar para el MI5 al cumplir los 30. ¿Cómo entró en la institución? Se había instalado en la India junto a su marido por una oportunidad profesional de éste. Rimington llevaba dos años en el país cuando se le ofreció trabajar con un alto representante del Gobierno británico... que resultó ser un destacado miembro de los servicios secretos.

Poco después regresó a Londres y desde ahí fue ascendiendo en el escalafón del MI5 al mismo tiempo que prestaba sus servicios en materia de contraespionaje, subversión y antiterrorismo. Funciones que le llevaron a viajar a numerosos países, con gestiones especialmente delicadas en Moscú.

Seguridad Nacional, terrorismo, injerencias extranjeras... son algunos de los motivos que también abordó Paz Esteban durante décadas en diversos puestos en el ámbito de la Inteligencia Exterior del CESID.

Margarita Robles, SED Félix Sanz Roldán y Paz Esteban en una imagen de archivo.

Margarita Robles, SED Félix Sanz Roldán y Paz Esteban en una imagen de archivo. EFE

Su desempeño le llevó a ocupar desde 2004 responsabilidades de planeamiento y estrategia en los órganos de dirección de los servicios secretos españoles. Y en la última década ha sido la directora del Gabinete Técnico del Secretario de Estado Director del CNI, el general Félix Sanz Roldán. En otros términos, su número 2.

Al frente de los servicios

El MI5 vivió una revolución en los años 90. Rimington fue promovida al puesto de directora general en 1991, tras regresar de un viaje a Rusia. Por entonces nunca se había hecho público quién estaba al frente de la Inteligencia británica, y algunos medios de comunicación publicaron algunas fotografías encubiertas de la nueva directora. 

Con ella llegaron profundos cambios. El MI5 publicó en 1993 un folleto de 36 páginas en el que detallaba algunos de sus frentes de actuación y en el que se desvelaba, por primera vez, el nombre y la fotografía de la persona que lo dirigía, la primera mujer en su historia. Su mandato se extendió hasta 1996.

Stella Rimington, durante una entrevista en la BBC.

Stella Rimington, durante una entrevista en la BBC.

El CNI, en otros términos, también aborda una fase de transición con Paz Esteban. Su relevo era natural; ocupó la dirección del CNI de forma interina tras la salida de Sanz Roldán. Y con ella, por primera vez en la historia, será una mujer quien coordine el centro.

Transición también en materia de seguridad. Tras una década bajo la gestión de un militar, el CNI queda en manos de una civil que conoce como pocos las entrañas de los servicios.

Por delante tiene incontables retos: seguir potenciando la defensa en el mundo digital a través del Centro Criptológico Nacional, la prevención en materia de terrorismo o la colaboración con algunos de los países aliados, entre otros.

A su mando, 3.500 hombres y mujeres con la tarea de facilitar al presidente del Gobierno y al Gobierno de España las respuestas necesarias para afrontar los nuevos retos del escenario nacional e internacional.