Pablo Iglesias en la asamblea de electos de Zaragoza.

Pablo Iglesias en la asamblea de electos de Zaragoza. Efe

España CRISIS EN CATALUÑA

¿Son los 5 millones de votantes de Podemos "plurinacionales"?

Pablo Iglesias apela al "patriotismo" al tiempo que apoya a los independentistas detenidos en Cataluña. 

1 octubre, 2017 02:50

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¿Son los cinco millones de votantes de Podemos "plurinacionales"? La respuesta seguramente es "no". Sin embargo, todas las encuestas publicadas, incluida la última de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, señalan que la mayoría de los votantes del partido morado, tanto en toda España como solo en Cataluña, respaldan que se celebre el referéndum del 1 de octubre.

El partido liderado por Pablo Iglesias nació ya con un discurso construido sobre la "plurinacionalidad" de España, si bien en un primer momento los morados pusieron el acento en la denuncia de las corruptelas y las responsabilidades en la crisis económica de los viejos partidos, PP y PSOE, entonces denominados como "la casta". Un número indeterminado pero obvio de votantes apoyó a Podemos por esa denuncia de los vetustos usos y costumbres de la clase política del "régimen del 78", más allá de la ideología. Aquello que se llamó transversalidad. 

Un referéndum pactado

Ahora, en plena crisis territorial del Estado por lo que está aconteciendo en Cataluña, Podemos está utilizando un discurso más rupturista con la Constitución. De hecho, se ha ubicado fuera del tablero constitucional al alinearse con los independentistas en la defensa de un referéndum de autodeterminación y al defender a los separatistas detenidos por la Guardia Civil. Pero, y aquí viene el matiz, el partido de los círculos no defiende el 1-O impulsado por la Generalitat, sino otro hipotético referéndum acordado con el Estado y, por ende, con garantías y vinculante.

Al mismo tiempo, Iglesias no pierde ocasión para remarcar que se considera un "patriota español", entendida dicha patria como "una España plurinacional, una nación de naciones". ¿Entienden los votantes de Podemos de fuera de Cataluña esta postura? ¿Huirán del morado por su postura en materia territorial? ¿Calará el discurso de los enemigos de Podemos que consiste en señalar a Iglesias y los suyos como "aliados del separatismo"? ¿Perderá apoyos a largo plazo en el conjunto de España aunque pueda obtener réditos a corto plazo en unas más que probables elecciones catalanas? 

"Defendemos lo mismo que siempre"

Las respuestas no son sencillas. En la dirección de Podemos creen a ciencia cierta que su posición en Cataluña no les va a restar apoyos, sino todo lo contrario, porque "las encuestas dicen que una mayoría defiende que haya referéndum", tanto en Cataluña como en toda España. En los últimos días tanto Iglesias como Irene Montero y otros portavoces han recordado que la última encuesta de Metroscopia para El País apuntaba en esa dirección y han reclamado "una solución política para un problema político". 

Desde Podemos recuerdan, además, que "ya en las elecciones del 20-D defendíamos para Cataluña la celebración de un referéndum pactado con el Estado y hoy defendemos exactamente lo mismo". En efecto, el partido de los círculos no ha variado un ápice su propuesta territorial para resolver el problema de Cataluña.

Iglesias y los suyos quieren que se celebre un referéndum para que los catalanes puedan ejercer "el derecho a decidir". Y, en caso de que hubiera consulta "vinculante" y "con efectos jurídicos", defenderían el "no" a la independencia porque "nosotros no queremos que Cataluña se vaya de España". Más allá de las encuestas, habrá que ver si este mensaje cala o no entre sus votantes.

No puede olvidarse -en Podemos no lo olvidan- que en las últimas elecciones autonómicas catalanas Podemos fracasó -entonces inserto en la coalición Catalunya Sí que es Pot- y, sin embargo, en las dos generales triunfó al ser primera fuerza -dentro de En Comú Podem, junto a Ada Colau y los suyos-. La paradoja es que ahora, con su postura sobre el referéndum y su alejamiento de los otros partidos nacionales, podría ocurrir justamente lo contrario: un buen resultado en Cataluña pero una pérdida de votos en toda España. Las urnas, tan de moda, decidirán.