Javier Fernández, presidente de la Gestora, junto a Mario Jiménez y el resto de miembros.

Javier Fernández, presidente de la Gestora, junto a Mario Jiménez y el resto de miembros. PSOE / Flickr

España EL NUEVO PSOE

La Gestora 'maldita' del PSOE dice adiós rehuyendo a Sánchez

Pretendía refundar el PSOE y serenar los ánimos tras el mandato de Sánchez, pero no ha conseguido ninguno de esos propósitos. Sánchez está de vuelta.

7 junio, 2017 03:05

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Llegó de madrugada, con unos nombres escritos a mano en un papel y unas competencias difusas. La Gestora del PSOE ha sido un bicho raro en la política española. Ha durado lo que un embarazo, su presencia ha sido embarazosa para muchos dirigentes en el PSOE y termina dando a luz un nuevo mandato de Pedro Sánchez al frente del partido. 

Este martes, el equipo de 10 personas que dirigió el PSOE celebró su última reunión. En ella, su presidente, Javier Fernández, resumió la actividad del órgano. Explicó que, hasta el congreso del PSOE en el que Sánchez será nombrado formalmente líder del partido, el secretario general electo tomará las principales decisiones, y repasó la situación económica de la formación. 

La Gestora 'maldita' del PSOE dice adiós

No hubo rueda de prensa. Ni siquiera una nota enviada a los medios para que conocieran el contenido de la reunión. Javier Fernández, su presidente, no intervendrá en el congreso del PSOE para explicar su gestión. En la noche de las primarias, no salió de su despacho y rechazó posar con los tres candidatos en una foto de unidad (algo que sí ocurrió en 2014 Alfredo Pérez Rubalcaba, el líder saliente). Este martes, tampoco hubo foto con Sánchez, aunque el reelegido líder trabaja en el mismo edificio. Nada.

La Gestora se va sin hacer ruido tras mil y una polémicas y la acusación, repetida este martes por los consejeros de Sánchez, de que era una Gestora "de parte". De parte de Susana Díaz, se entiende. Para muchos dirigentes del PSOE, especialmente para los que han salido victoriosos de las primarias, se ha tratado de una Gestora maldita.

Nació de una marcha forzada de Pedro Sánchez y para evitar su vuelta, según ellos, que consideran que llevó a cabo sus actividades sin legitimidad y excediendo las competencias razonables. La presidencia de partidarios de Díaz en el órgano era abrumadora, comenzando por el propio Fernández y siguiendo por su responsable de Organización y portavoz, Mario Jiménez. 

Un presidente alejado de los focos

Fernández, al que según muchos de sus próximos le tocó asumir la presidencia porque nadie más quería, apenas ejerció el cargo, centrado en la presidencia del Principado de Asturias, y apartado de los medios de comunicación. La primera gran decisión de la Gestora fue la abstención que garantizó la investidura de Mariano Rajoy. Y desde ahí, los trabajadores y dirigentes de la Gestora tuvieron que hacer frente a un sinfín de ataques por parte de los partidarios de Sánchez. 

En este periódico, la coordinadora de campaña de Sánchez, Adriana Lastra, aseguró que "esta Gestora no ha sido neutral" sino que se colocó "al servicio de una candidata". Incluso uno de los teloneros de Sánchez en un mitin llegó a acusar de métodos "mafiosos" a los empleados por el equipo de Fernández. Los seguidores de Sánchez la acusaron de establecer normas al servicio de Susana Díaz y perseguir la candidatura del exlíder en aspectos como el crowdfunding utilizado para financiarse. 

"Nuestra gestión ha sido muy intensa y tuvimos, para empezar, que desbloquear la situación institucional de este país", explican fuentes del órgano. Para la Gestora, el balance es positivo porque ha conseguido logros como evitar las terceras elecciones, la subida del salario mínimo, la supresión de las reválidas educativas, los cambios en la Lomce o el inicio de "la demolición de la reforma laboral", explican. "Durante el mandato de la Gestora, el PSOE ha subido cuatro puntos en estimación de voto y Javier Fernández fue el líder de un partido nacional más valorado en los estudios de opinión". El último logro, "unas primarias modélicas, sin reclamaciones" ni cuestionamiento.