Susana Díaz, este miércoles durante su visita a Écija

Susana Díaz, este miércoles durante su visita a Écija José Manuel Vidal Efe

España

Díaz matiza su discurso: "El PSOE actuará con altura de miras"

  • La presidenta andaluza no quiere ser un obstáculo y asegura que, “como siempre”, va a “ayudar” y será “respetuosa” con quienes en su partido van a llevar las riendas de la negociación.
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3 febrero, 2016 15:54

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El discurso de Susana Díaz ha experimentado un cambio y se suaviza: de la contundencia en los noes a Rajoy y PP, y también a Podemos y quienes estén en la defensa del derecho a la autodeterminación, a hablar de la “generosidad” y la “altura de miras” con la que el PSOE va a actuar ante la negociación que Pedro Sánchez tiene por delante. Y eso significa dialogar anteponiendo los intereses de la ciudadanía por delante de los del partido, como ha reflexionado. No le queda más remedio que adoptar esta postura, después de que el secretario general del PSOE haya aceptado el encargo del Rey de someterse a la sesión de investidura para ser presidente del Gobierno.

Díaz no quiere ser un obstáculo y ha querido dejarlo claro en la primera ocasión que le ha brindado su agenda, en una visita al municipio de Écija (Sevilla). Ya se explayó en el comité federal de este sábado, donde dijo que no ve un acuerdo de gobierno con Podemos, ni que tampoco ve la suma de votos nacionalistas. La aritmética parlamentaria se lo pone muy difícil a lo socialistas, y se ha encargado de recordarlo de nuevo, por lo que su posicionamiento deja como único escenario posible las elecciones anticipadas, aunque en algún momento también dejó caer que el PSOE se quedara en la oposición, esa opción que ya queda lejos en el tiempo.

No quiere ser un obstáculo

Pero ahora, como suelen decir en el PSOE-A, eso ya no toca y Díaz se va a quedar al margen mientras Sánchez dialoga con otros partidos. Es la única fórmula para que no se le acuse de haber torpedeado el proceso si este no llega a buen puerto. Por eso, se ha afanado en recalcar que, "como siempre", va a "ayudar" y será "respetuosa" con quienes en su partido van a llevar las riendas de las conversaciones porque la situación es "difícil y complicada".


Para probar que no quiere entrar en escena, ha esquivado repetir los noes que hasta ahora ha venido manteniendo y también ha evitado pronunciarse sobre los vetos de los líderes de Podemos y de Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera. Y por si quedara alguna duda, ha vuelto a insistir en que los intereses de su partido “serán secundarios”, ya que lo primero son los ciudadanos.

Frente al papel que ahora le toca jugar a su partido, Díaz ha querido dejar en evidencia a Mariano Rajoy por su “irresponsabilidad” al no aceptar “su obligación” de someterse al debate de investidura, mientras es el PSOE quien tiene que evitar el “vacío” que este ha provocado.


Equipo negociador sin andaluces


De acuerdo con esa actitud de no interferir, los socialistas andaluces no han querido entrar al trapo de su ausencia en el equipo negociador diseñado por Pedro Sánchez. Y eso que Andalucía representa el 25% del peso que tienen los socialistas en el Congreso (de sus 90 diputados, 22 son andaluces). El portavoz del grupo parlamentario socialista, Mario Jiménez, y mano derecha de Susana Díaz, ha querido zanjar cuanto antes el asunto asegurando que “no hay nada que objetar”.

“Le corresponde al secretario general del PSOE decidir quién es el equipo que negocia el proceso de la investidura y que si ha entendido que ese es el equipo que debe hacerlo, no hay nada que objetar”, ha afirmado.