Imagen de archivo de Manfredi Caltagirone.
La ONU se rinde ante la lucha de Manfredi Caltagirone por reducir el metano: "No se está haciendo lo suficiente"
Naciones Unidas le concede, de manera póstuma, el Premio Campeones de la Tierra, el máximo galardón medioambiental de la entidad.
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Manfredi Caltagirone (Roma, 1979 - Madrid, 2025) recibió el pasado 10 de diciembre el Premio Campeones de la Tierra de Naciones Unidas en la categoría de trayectoria de vida, el máximo galardón medioambiental de la entidad. Era la primera vez que se concedía a título póstumo.
La celebración, titulada Gala de la Esperanza, fue en Nairobi, sede oficial del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Su directora ejecutiva, Inger Andersen, entregó el premio a la viuda de Manfredi, Pilar Sánchez-Bella. Asistieron también sus hijos, Arturo y Flavia, los abuelos y tíos Mattia e Isabel.
La ONU ha querido reconocer la profunda huella que ha dejado Manfredi Caltagirone. Su espíritu, la pasión y los valores que aportó a la comunidad climática mundial le han convertido en una figura de referencia en la acción climática.
Inger Andersen, directora ejecutiva de PNUMA, destacó el decisivo liderazgo de Caltagirone en la creación del Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO): "Con su trabajo ayudó a dar forma a algunos de los marcos y políticas climáticas más influyentes del mundo".
Manfredi Caltagirone se integró en el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 2012. Antes, había trabajado para el Ministerio de Medio Ambiente italiano y la Fundación de Naciones Unidas.
Dos programas clave
Su inteligencia y sus habilidades analíticas y de negociación se pusieron de manifiesto ayudando, primero, a crear el CTNC (Climate Technology Center and Network) y, luego, concibiendo y poniendo en marcha el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano con el apoyo de la Unión Europea y diversos países e instituciones.
El IMEO parte de una idea pionera y audaz: proporcionar a los gobiernos y las empresas los datos necesarios para reducir rápidamente las emisiones de metano. Es uno de los principales responsables de la aplicación del Compromiso Global sobre el Metano, en virtud del cual 160 gobiernos se han comprometido a reducir las emisiones en un 30% para 2030.
Caltagirone tuvo la clarividencia de buscar la colaboración de la empresa, la comunidad científica, las organizaciones sin ánimo de lucro e intergubernamentales y los gobiernos. Y la habilidad para lograrlo.
Manfredi Caltagirone.
A priori, parecía impensable que la industria del petróleo y del gas comunicaran de forma voluntaria sus emisiones de metano, así como sus proyectos para reducirlas. Con ese fin, se creó el Oil & Gas Methane Partnership 2.0 (OGMP2.0).
Hoy, las productoras del 43% del petróleo y gas mundial informan voluntariamente. En 2024, se incorporó al reglamento europeo la obligatoriedad de las empresas de reportar sus emisiones.
"La buena noticia es que un porcentaje muy alto de las emisiones de metano del sector industrial se pueden reducir con facilidad”, declaraba Manfredi Caltagirone en una entrevista con ENCLAVE ODS en 2022.
"Un gran vacío"
El equipo de IMEO y sus colaboradores recuerdan su carisma, su tenacidad, su generosidad y sentido del humor con los demás y hacia sí mismo. "Él entraba en una reunión y no te dejaba indiferente. Era brillante, directo. Podía ser duro, pero sabía encauzar los temas complicados", rememora Tania Meixús, consultora sénior de OGMP2.0.
No se amedrentaba ante los obstáculos. Tenía claros los retos y mentalidad ganadora. "Todavía en muchas reuniones repetimos el push, push, push (empuja, empuja, empuja) con el que nos instaba a dar un paso más. Ha dejado un vacío muy grande. Creía con pasión en su trabajo y mantuvo ese empuje hasta el final", continúa Meixú.
Su esposa, Pilar Sánchez-Bella, corrobora su tenacidad y sus ideas claras, también en casa: "Era muy asertivo en lo profesional y lo personal; optimista respecto a los proyectos. Sin embargo, aunque no solía hablar de ello, estaba francamente preocupado por las perspectivas del cambio climático. Creía que no se estaba haciendo lo suficiente para mitigarlo".
Caltagirone junto a su esposa.
Recuerdo una conversación con un Caltagirone muy enfermo en la plazoleta de los Olmos del Cigarral de Menores. Era mi cuñado. De espaldas a Toledo, sentados en el banco de piedra, habló de su cansancio, de sus hijos y, sobre todo, con admiración de su pareja, a quien estaba profundamente agradecido. Era conmovedor constatar el apoyo y respeto mutuo que se profesaban.
Sánchez-Bella destaca la fortaleza con la que Caltagirone conllevó el cáncer. Trabajó casi hasta el final. Le gustaba y se sentía responsable del proyecto y de su equipo. En el plano personal, la relación se volvió más cariñosa. Todos los días le decía que la quería y le daba las gracias. Flavia sólo quería que le hiciera cosquillas su padre. Con Arturo compartía la afición tifosi por la Roma.
"Siento que Manfredi se ha ido en paz. Luchó todo lo que pudo. Tenía la sensación de que le estaban quitando 40 años de vida. Quería vivir, pero estaba satisfecho con la familia que habíamos constituido y con sus logros en el ámbito profesional", relata Sánchez-Bella.
El legado de Manfredi Caltagirone, escriben en el libro de condolencias de la UNEP amigos, compañeros y colaboradores, no se puede olvidar. En la entrevista a ENCLAVE ODS, el italiano nos apremiaba a luchar (push, push, push) contra el cambio climático: "Si reducimos las emisiones de metano, tendremos tiempo para trabajar en la reducción de CO₂. No podemos no hacerlo".