
Emma Garatea, fundadora y CEO de Cocoon, posa junto al dispositivo que ha patentado. Fundación MAPFRE
Emma Garatea, la mujer detrás del invento del siglo: el 'airbag' para bicis que permite que los niños viajen seguros
La fundadora y CEO de Cocoon ha sido una de las ganadoras de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social por su ingenio salvavidas.
Más información: Así es Cocoon, la innovadora sillita con airbag portátil para proteger a tu hijo si tenéis un accidente con la bicicleta
¿Cómo es posible que no haya ninguna medida de seguridad para poder llevar a tu bebé en bici? Esta fue la pregunta que se hizo la diseñadora industrial hispanosueca Emma Garatea en el momento en que fue madre.
"Viviendo en Suecia, yo me movía siempre en bicicleta. Para mí, era libertad, sostenibilidad y conexión con mi entorno, pero, claro, de pronto me encontré con que no era una situación segura para mi bebé", cuenta a ENCLAVE ODS.
Ni ella ni sus conocidos se creían que nadie hubiese patentado un mecanismo que proporcionase más seguridad a las sillitas de las bicicletas. Por eso, decidió que le tocaría a ella hacerlo.
Y así, de una necesidad vital básica, nació Cocoon, una sillita infantil con un dispositivo que funciona como una suerte de airbag. "Pero sin sus peligros", matiza Garatea.
Ahora, es uno de los proyectos ganadores de la octava edición de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social. Y es que, como indica su inventora, "parece imposible que no existiese".
De preocupación a solución
Cocoon, a fin de cuentas, nace de un miedo que parece no tener solución: ir en bicicleta con tu bebé y sufrir un accidente. Algo que para el adulto puede ser aparatoso, pero para el niño, mortal.
Garatea confiesa que "de repente, esa rutina tan natural que era andar en bici se volvió una fuente de preocupación". Incluso admite que le daba rabia tener que moverse de otra manera por el simple hecho de que no existiera un método de protección realmente seguro.
Además, en Suecia, asegura Garatea, alrededor del 70% de los padres y madres sienten que esta realidad les afecta. "Se trata de un problema real", matiza.
Simulación de un accidente con Cocoon.
A esta hispanosueca le parecía "injusto" que los coches tuvieran sistemas de protección tan avanzados y las bicicletas usasen "el mismo desde los años 70". Por todo ello, reconoce, se vio obligada a ponerse manos a la obra: como diseñadora industrial, sentía que tenía que cambiar las cosas.
Un miedo propició una idea y de ahí ya solo quedaba patentarlo. Garatea decidió registrar su airbag para bicis y crear un equipo para montar un prototipo y "que la gente viese cómo funcionaba".
'Abrazable' y reutilizable
Su startup empezó así a tomar forma. Garatea y su equipo empezaron a trabajar desde diferentes puntos de vista para crear un producto útil y "necesario". Porque, dice, "tenemos la perspectiva de la persona que va a ser madre o padre, de quién será el usuario final, que es la mía; pero también la técnica, la económica o la de la sostenibilidad".
Y es que esta última cualidad es, insiste la diseñadora industrial, "muy importante para Cocoon". Aunque matiza: "Hay muchas empresas que lo dicen, pero de verdad que la sostenibilidad está en nuestro núcleo, porque cuando lo diseñé, lo hice pensando en que se pudiera reparar el producto".
El funcionamiento de Cocoon es relativamente sencillo: las sillitas que producen llevan un dispositivo colocado a la espalda que se puede reemplazar una vez usado. Incluso, explica Garatea, "tú cuando lo colocas le das a un botón y se enciende, así el dispositivo sabe que está en funcionamiento".
Y añade que también realiza las señales visuales que pudiera hacer otro tipo de vehículo, como marcar el lado hacia el que va a girar la bicicleta o emitir una luz cuando se va a frenar. "Porque, sobre todo en invierno, las condiciones aquí en Suecia hacen que sea muy difícil que un coche vea a una bici, y así es también más seguro".
Por tanto, Garatea diseñó el producto con la circularidad en mente, además de la seguridad: "No quería un producto que se utilizara una vez y luego se tirara a la basura. Lo que quería era poder reemplazar el airbag en la sillita y que la unidad usada, incluso, pudiese repararse y tener una nueva vida".
Y lo consiguió porque, dice, "técnicamente era posible". "De hecho, trabajamos con Autolift, que son muy grandes en seguridad, y ellos mismos nos decían que era totalmente posible porque no hablamos del airbag de un coche, que colisiona a altas velocidades y se infla de manera tan brusca que no se puede utilizar. Nosotros usamos otra tecnología".
Esta, en realidad, se basa en una inteligencia artificial que detecta una posible colisión y hace que este airbag se despliegue desde la espalda del sillín para envolver al bebé en, como dice su creadora, una suerte de "abrazo".
Prototipo beta
La sillita con airbag de Garatea está cada vez más cerca de ser una realidad que se pueda adquirir en el mercado. En estos momentos, comenta su creadora, están "haciendo test al prototipo beta".
Su idea es continuar con las pruebas de seguridad y las "verificaciones necesarias" para, al fin, sacar un número limitado del producto a la venta en 2026.
Hasta ahora, asegura, la proyección es buena, pues ya tienen lista de espera para acceder a su compra. "Cualquiera se puede inscribir en ella en nuestra web, sin compromiso, y esas personas serán las primeras en saber que ya tenemos unidades para vender", indica.
La idea es lanzar el producto con una opción de suscripción que lo haga "accesible a todas las familias", que puedan darla de alta y de baja según lo vayan necesitando: "Será como tener una cuenta de Netflix".