El científico Eduardo López-Collazo.

El científico Eduardo López-Collazo. Sara Fernández Madrid

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El científico Eduardo López-Collazo: “Investigo para ganar el Nobel”

El subdirector científico del Instituto de Investigación Sanitaria de La Paz (IdiPAZ) comparte con ENCLAVE ODS sus últimos avances sobre el cáncer.

25 octubre, 2023 01:36

Eduardo López-Collazo dice de sí mismo que pertenece a tres minorías: "Soy homosexual, migrante [nació en Cuba] y científico". Esta última, además, le ha convertido en subdirector científico del Instituto de Investigación Sanitaria de La Paz (IdiPAZ).

Su labor, explica, es "entender las defensas humanas". Porque, dice, quiere "saber por qué dejan de protegernos en algunos contextos clínicos". Empezó en esta línea de investigación hace ya 30 años, y lo hizo con las infecciones. "Luego llegó el cáncer. Más tarde, pero también hace mucho, la metástasis. Como interludio tuvimos la Covid-19", cuenta.

Retrato del científico Eduardo López-Collazo.

Retrato del científico Eduardo López-Collazo. Sara Fernández Madrid

En este momento, explica que está "centrado en dos preguntas esenciales: ¿cómo ocurre la metástasis?, y ¿por qué un paciente con sepsis se inmunodeprime?". Parecen, dice, "temas lejanos". Sin embargo, cree firmemente en que "la agudeza está en relacionar conceptos aparentemente no conectados".

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¿Cuál es el peor error que se puede cometer investigando?

Enamorarse de una hipótesis y desechar los datos que indican lo contrario.

¿Y una idea preconcebida sobre la investigación médica que no sea cierta?

Se tiene la sensación de que estamos constantemente descubriendo cosas, nada más alejado de la realidad. La investigación científica es una carrera de frustraciones. Casi todos los días fracasamos, a veces por una mala jugada técnica, otras porque la hipótesis no era correcta. Desafortunadamente investigar no es una sucesión de momentos eureka. Cuando Newton descubrió la gravedad, la manzana en la cabeza —si la anécdota fuera cierta— fue el colofón de mucho análisis previo.

¿Su mejor momento del día?

Soy diurno, pero no puedo decirte que las mañanas son siempre el mejor momento. Creo que la respuesta es: cuando estoy pensando.

¿Cuál es le motivo último por el que investiga? ¿Tiene alguna meta?

Siempre he investigado para ganar el Nobel y seguro que esto sonará arrogante, mucho más en la época en que vivimos de exagerada corrección hipócrita. Pero es la verdad.

Discúlpeme, pero ¿cómo se investiga "para el Nobel"? ¿Hay una manera de hacerlo?

En mi caso, significa apuntar hacia la cima, poner la meta más allá de la estratosfera. Nunca me ha gustado hacer ciencia lateral, intento buscar la frontera del conocimiento, ascender en vertical y arrancar secretos a la naturaleza. ¿Lo lograré? En ello estoy.

¿Una duda que le corroe?

El año está acabando y no sé si me dará tiempo, de cualquier manera, te la digo: quiero saber si la fusión entre una célula de la defensa que llamamos monocito y una tumoral es en realidad una fagocitosis incompleta. Quiero saber si el mecanismo por el que ocurre esa fusión que algunos y yo postulamos como el inicio de la metástasis es una especia de indigestión celular o, para hacerlo más divertido, un coitus interruptus.

La inspiración de la ciencia

¿Qué descubrimientos recientes en su sector son los más importantes o los que más le inspiran?

En metástasis empiezan a aparecer trabajos que van cimentando la teoría de la fusión celular para explicar su origen. Es una hipótesis en la que trabajamos pocos y que una gran mayoría mira con recelos. Pero la ciencia es verdad, creas en ella o no. Al final, los datos son los que son. Las ideas imperantes sobre cómo ocurre la metástasis no han funcionado a la hora de buscar una solución. Por eso, las bases no son sólidas y hay que replantearse la explicación inicial. Así ocurrió en la física de principios del siglo XX, así surgió la Cuántica.

¿A qué personas admira más?

Tengo referentes de perseverancia como Marie Curie y Rita Levy-Montalcini. Sin embargo, admiro mucho más la polimatía, no me gustan los compartimentos estancos. Aquello que reza “soy de ciencias o soy de letras” me parece horrendo, por evitar decir absurdo —vaya lo he dicho—. Quizá el mayor polímata de la historia ha sido Da Vinci, aunque en la lista hay otros como Gottfried Leibniz y Alexander von Humboldt.

El científico Eduardo López-Collazo.

El científico Eduardo López-Collazo. Sara Fernández Madrid

Colabora con la revista El Cultural, siente cierta atracción por la cultura. ¿Cómo le inspira el arte en su trabajo?

Te cuento una anécdota, durante mucho tiempo fui el crítico de danza de una revista inglesa en Madrid. Ellos no sabían que era científico y suponían que me dedicaba en exclusivo a la crítica. En un momento me pidieron mayor implicación y fue cuando descubrieron que lo hacía como divertimento —un divertimento serio quiero aclarar, pero en el fondo divertimento—. Actualmente hago lo mismo para El Cultural.

Con esto quiero decir que para mí no hay mucha división entre el arte y la ciencia, son formas de crear. Siempre he dicho que leer fue una salvación para el niño que fui en un pueblo perdido de la geografía cubana, Jovellanos. Soy un director de cine frustrado y me resultaría difícil no consumir cultura en forma de teatro, danza, ópera y exposiciones semanalmente. Lo de leer, eso a diario. Escribir, también todos los días. Una de las teorías en las que trabajo —la fusión celular para explicar la metástasis— cristalizó durante una función de El lago de los cisnes en el Teatro Real de Madrid.

El "despropósito" de la ciencia española

La ciencia en España, ¿cree que recibe el apoyo que sería necesario?

La financiación a la ciencia española es ridícula, esto es un hecho contrastable que ya ni menciono. A pesar de todo el esfuerzo que hacemos un número elevado de investigadores por difundirla, la sociedad no es del todo consciente de su importancia y esto se refleja en las decisiones políticas. No nos engañemos, los políticos actúan generando medidas que den rédito electoral. Si el electorado no exige ciencia de manera contundente, el esfuerzo se va a otro sector.

De cualquier manera, te hago dos preguntas: ¿Te imaginas el Ministerio de Justicia dirigido por una persona graduada en Psicología? ¿Sería asumible que frente al Ministerio de Economía tuviéramos a un profesor de Filosofía? Ambos escenarios no tienen cabida. Sin embargo, esto ocurre con la Ciencia; su poca importancia hace que esas carteras se usen para los ajustes y compromisos políticos del momento. A veces incluso peor, en ocasiones se ha eliminado el ministerio a nivel nacional y las consejería en el caso de las comunidades autónomas.

¿Cuál sería la primera medida que tomaría si fuera nombrado ministro de Ciencia?

Eso no va a ocurrir por muchas razones, pero sin lugar a dudas sería flexibilizar. Es decir, eliminar las trabas burocráticas que nos amordazan a la hora de gastar el dinero que hemos ganado en concurrencia competitiva. Si quieres que sea más específico: exceptuar a la ciencia de la ley de contratos menores. Debido a esta insensatez los experimentos y sus tiempos de ejecución se rigen por el criterio de una persona totalmente ajena al laboratorio y sin conocimientos científicos. Un despropósito.

El científico Eduardo López-Collazo durante una entrevista en EL ESPAÑOL.

El científico Eduardo López-Collazo durante una entrevista en EL ESPAÑOL. Sara Fernández Madrid

La aplicación de las nuevas tecnologías de inteligencia artificial en su campo, ¿cómo cree que va a impactar?

Ya está impactando. La IA ha llegado para quedarse con sus dos caras: la buena y la mala. En nuestro campo nos ayuda a encontrar la aguja en el pajar. La masividad en los datos que se generan en los experimentos modernos nos impide encontrar el matiz diferencial y aquí la IA es una herramienta cardinal.

Decía que había una cara mala…

De cualquier manera, todavía el experimento sigue siendo humano y me preocupa que deje de serlo. La IA es el resumen de todo el conocimiento generado por la humanidad, cuando decimos que crea en realidad estamos diciendo recrea aunque nos parezca nuevo. Lo que hay que evitar es que lleguemos al punto en que dejemos de ser realmente creativos y nos veamos eternamente subyugados por lo que fuimos.

De hecho, si hacemos un paneo de los últimos grandes avances podemos percatarnos que en general son tecnológicos, aplicaciones de conceptos disruptivos de hace varias décadas. Siempre les digo a mis colaboradores que no olvidemos que la IA es una herramienta para llegar al objetivo, nunca la meta.

En defensa de la diversidad

No hemos hablado de su faceta más activista. 

Pertenezco a tres minorías: soy homosexual, migrante y científico. Si soy sincero, la última es la que más dolores de cabeza me ha traído. Pero si tu pregunta viene por mi activismo LGTBi, allá voy. Nací en una dictadura y crecí rodeados de homófobos, sé lo que significa no tener derechos, por ello cada vez que se ven afectados, sea quien sea, salto. Tampoco me gusta la homogeneidad, está muy demostrado que la diversidad es riqueza y progreso en todos los sentidos. En mi caso, siempre llevo por bandera mis tres minorías, las aireo constantemente.

¿A qué se refiere?

Me parece muy curioso cuando alguien heterosexual te señala diciendo que no hay que significarse como homosexual constantemente. Es entonces cuando le hago ver que en cada hora de su día hace alusión a su orientación sexual unas 20 o 30 veces, simplemente no se percata porque lo tiene normalizado. Invito a los heterosexuales a realizar ese experimento.

Son vitales los referentes y el lenguaje que usamos. Saber que existen científicos LGTBi con una carrera sólida ayuda a muchas personas en formación. En cuanto a lo del lenguaje, hay que desterrar los epítetos con connotación despectiva basados en la orientación sexual.

¿Nos pone un ejemplo?

Mariconada para describir algo débil y sin importancia. No nos engañemos aludiendo a la tradición, esto tiene implícito que el homosexual masculino es una persona débil. Te aseguro que nada más lejos de mí que la debilidad en un amplio sentido de la palabra.