Siempre tuve claro que la vida no es igual para todos. Sin elección, algunos tenemos la suerte de nacer en la cara A, donde las oportunidades para crecer, formarte, relacionarte y dibujar un mapa de objetivos vitales están ahí, al alcance de tu mano. Basta con que aciertes en tus elecciones.

Para otros, sin embargo, esta muestra una cara mucho más amarga, compleja y difícil. Sin elección, nacen en entornos donde las condiciones familiares, económicas y sociales supeditan sus vidas y remontarlas no siempre es tarea fácil si no cuentan con los apoyos necesarios para poder hacerlo.

Y, para otros, son sus capacidades diferentes las que obligan a que sus vidas tengan que adaptarse a la situación personal que tiene cada uno de ellos. Fue ahí y sobre ese pensamiento donde nació mi vocación de dedicarme a la educación y a la enseñanza. Por ello, me formé para ejercer como profesora, obtuve un máster en Educación Especial y un título superior en Neurociencias aplicadas a la Educación. 

La educación es un pilar básico para la construcción y el crecimiento de una sociedad con igualdad de oportunidades, más justa e inclusiva para todos.

Hace unos meses, cuando me incorporé a la Fundación Villacisneros, institución familiar comprometida con la sociedad, sentí que podía unir mi vocación con el compromiso para crear un mundo más justo y con sentido. Un mundo en el que las palabras responsabilidad, y coherencia se dan la mano para movilizarnos a todos como ciudadanos. Un mundo en definitiva mucho más colaborativo en el que la conciencia social nos agite y nos ponga en movimiento. 

En línea con el compromiso social que ha estado en el ADN de la Fundación desde sus orígenes, estamos impulsando un nueva área desde el que ayudar a familias en riesgo de exclusión para que tuvieran cubiertas sus necesidades básicas en materias de alimentos, salud, educación, vivienda y trabajo. 

El proyecto Esperanza, que lanzamos tras la pandemia, tiene su base en la Parroquia de San Juan de Dios en el barrio de la Uva en Vallecas (Madrid) y tiene en marcha diferentes acciones orientadas a la formación y dignificación de la vida de las personas.

Este año hemos dado un paso más con el lanzamiento de CapacitArte, un proyecto social dirigido a jóvenes con capacidades diferentes del programa Artis de la Fundación Prodis, y cuyo objetivo es contribuir al desarrollo y formación de este colectivo para educarles en el arte, desarrollar sus habilidades artísticas y fomentar su creatividad.

Cinco artistas españoles, Guillermo Mora, David Rodríguez Caballero, Jacinto de Manuel, Miki Leal y Antonio Ballester, todos ellos consagrados en sus diferentes disciplinas artísticas a nivel nacional e internacional se han sumado con gran ilusión al proyecto y han abiertos sus talleres para impartir cinco masterclass de cuatro disciplinas artísticas diferentes: origami, cerámica, pintura y collage desde septiembre 2023 a junio 2024. El programa terminará en junio con una gran subasta de las obras realizadas por los jóvenes.

En un momento tan crispado como el que vivimos hoy en día, es responsabilidad de cada uno de nosotros apostar por defender un modelo de vida sostenible para todos, impulsar la igualdad de oportunidades y defender por encima de todo el diálogo como vía de solución de los problemas.

***Belén Gómez-Pineda es directora del Área Social de la Fundación Villacisneros.