Comunidades de vecinos han comenzado a alquilar sus tejados.

Comunidades de vecinos han comenzado a alquilar sus tejados. iStock

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El alquiler de tejados ahora es posible: así revolucionan las comunidades renovables el acceso a la energía limpia

El modelo de alquiler de cubiertas a empresas energéticas promete rentabilidad, ahorro y sostenibilidad sin inversión inicial para los vecinos.

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Andrea Gómez
Publicada

España es uno de los países europeos con mayor potencial para la energía solar, gracias a su clima privilegiado y a la gran cantidad de horas de sol al año.

Sin embargo, a pesar de contar con más de 10 millones de edificios residenciales, la panorámica que dibujan las placas solares sobre los tejados sigue siendo una rara avis.

Según datos de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), en 2024 solo existían 73.398 instalaciones fotovoltaicas en este tipo de complejos, una cifra que, aunque crece cada año, representa apenas una fracción del potencial real.

Estas instalaciones permitieron evitar la emisión de casi dos millones de toneladas de CO₂ en 2024, contribuyendo de manera significativa a la lucha contra el cambio climático y a la reducción de la dependencia de combustibles fósiles.

Pero España sigue lejos de alcanzar los objetivos de descarbonización y transición energética, marcados tanto a nivel nacional como europeo.

El aprovechamiento de los tejados urbanos para la generación de energía solar es una de las principales asignaturas pendientes.

En grandes ciudades como Madrid, la situación es especialmente llamativa: la capital apenas produce el 0,4% de la energía renovable nacional y depende en un 95% de la electricidad importada de otras regiones.

Esta realidad pone de manifiesto la necesidad de generar la energía lo más cerca posible del lugar de consumo, reduciendo así las pérdidas en el transporte y las emisiones asociadas.

Carencia de recursos

A pesar de las ventajas evidentes de la energía solar, la implantación de placas fotovoltaicas en edificios residenciales se enfrenta a varios obstáculos.

En viviendas unifamiliares, el proceso es relativamente sencillo, pero en bloques de pisos y comunidades de vecinos, la situación se complica.

Una solución innovadora ante la falta de instalaciones fotovoltaicas son las comunidades renovables de proximidad.

Una solución innovadora ante la falta de instalaciones fotovoltaicas son las comunidades renovables de proximidad. iStock

La instalación de placas solares en edificios residenciales requiere el acuerdo de la mayoría de los propietarios, lo que a menudo resulta difícil de conseguir debido a la falta de información, los costes iniciales y la complejidad de la gestión.

Además, muchas comunidades de vecinos carecen de los recursos económicos necesarios para afrontar la inversión inicial, que puede superar los 20.000 euros dependiendo del tamaño del edificio y la potencia instalada.

A esto se suma la falta de personal especializado para gestionar el mantenimiento y la operación de las instalaciones a lo largo del tiempo.

Una solución innovadora

Ante estos retos, en los últimos años ha surgido una alternativa innovadora: las comunidades renovables de proximidad.

Este modelo permite a los vecinos aprovechar el potencial de sus tejados sin necesidad de realizar una inversión inicial ni de asumir la gestión técnica de la instalación.

El funcionamiento es sencillo: la comunidad de propietarios alquila su tejado a una empresa especializada, que se encarga de instalar, mantener y operar los paneles solares.

La empresa paga un alquiler mensual por el uso del tejado durante un periodo de 25 años y se encarga de vender la energía generada a consumidores situados en un radio de dos kilómetros, entre los que se incluyen los propios vecinos, comercios, pequeñas empresas y otros usuarios cercanos.

Los beneficios

Este modelo ofrece múltiples ventajas para las comunidades de vecinos:

Rentabilización del tejado: La comunidad obtiene ingresos fijos por el alquiler de la cubierta, sin tener que realizar ninguna inversión ni asumir riesgos técnicos.

Suministro de energía gratuita: El 1% de la energía generada se destina de forma gratuita al autoconsumo de la comunidad, lo que puede reducir significativamente los gastos comunes (ascensores, iluminación de portales, etc.).

Descuentos en la factura eléctrica: Los vecinos y comercios que se sumen al consumo de la energía generada pueden beneficiarse de descuentos de hasta el 30% en su factura eléctrica, especialmente para consumos inferiores a 100.000 kWh anuales.

Mejora de la sostenibilidad del edificio: La instalación de placas solares contribuye a mejorar la calificación energética del edificio, lo que puede revalorizar las viviendas y facilitar el acceso a ayudas públicas.

Contrato estable y seguro: El acuerdo de alquiler es a largo plazo (25 años) y la empresa se encarga de todo el mantenimiento y las posibles reparaciones, eliminando preocupaciones para la comunidad.

Fuente de ingresos adicional: Los ingresos obtenidos pueden destinarse a reducir las cuotas de la comunidad o a financiar mejoras en las zonas comunes, como la instalación de ascensores, la rehabilitación de fachadas o la mejora de la accesibilidad.

Normativa y financiación 

A pesar de las ventajas, la expansión de las comunidades renovables de proximidad se enfrenta a varios desafíos.

Uno de los principales es la necesidad de adaptar la normativa para facilitar la cesión de tejados y la venta de energía a terceros.

Aunque la legislación española ha avanzado en los últimos años, todavía existen barreras administrativas y fiscales que dificultan la implantación masiva de este modelo.

Otro reto es la financiación. Aunque el modelo elimina la necesidad de inversión por parte de los vecinos, las empresas instaladoras deben contar con recursos suficientes para acometer las instalaciones y garantizar su mantenimiento a largo plazo.

La emisión de bonos verdes y la colaboración con fondos de inversión especializados en energías renovables son vías que están permitiendo acelerar el despliegue de estas soluciones.

Por último, es fundamental aumentar la concienciación y la información entre los ciudadanos. Muchas comunidades desconocen las posibilidades que ofrece el alquiler de sus tejados o tienen dudas sobre la viabilidad técnica y económica del modelo.

Campañas de información y asesoramiento, así como la implicación de las administraciones públicas, serán clave para impulsar la adopción de las comunidades renovables de proximidad.

Un futuro más sostenible

El aprovechamiento de los tejados urbanos para la generación de energía solar representa una oportunidad única para avanzar hacia ciudades más sostenibles, autosuficientes y resilientes.

El modelo de comunidades renovables de proximidad permite democratizar el acceso a la energía limpia, generar ingresos para los vecinos y reducir la huella de carbono de los edificios.

A medida que la tecnología avanza y los costes de las instalaciones siguen bajando, es previsible que cada vez más comunidades se sumen a esta tendencia.

El reto ahora es escalar el modelo, eliminar las barreras normativas y financieras, y convertir los tejados de nuestras ciudades en motores de la transición energética.

En definitiva, transformar los tejados en fuentes de energía y ahorro es una de las grandes claves para construir el futuro energético de España, combinando sostenibilidad, participación ciudadana y beneficio económico para todos.