
Las empresas certificadas de España tendrán que reinventarse.
El efecto cascada de las nuevas normas B Corp: las empresas certificadas de España tendrán que reinventarse
Analizamos los nuevos estándares que se han comunicado esta semana y hablamos con sus responsables para adentrarnos en la propuesta.
Más información: El experto en B Corp en España Daniel Truran: "No son perfectas, pero hay una intención sincera"
No se trata de un movimiento menor. Poniéndolo en cifras, hay que recordar que a nivel global existen alrededor de 10.000 empresas B Corp en 160 industrias de 100 países, y que en ellas trabajan alrededor de un millón de personas, con una facturación agregada de unos 300.000 millones de euros.
B Corp nació en Estados Unidos en 2006, donde se encuentran ahora un 30% de todas ellas, pero la realidad es que un 43% se ubica en Europa, donde además unas 400.000 empresas utilizan de forma individual sus herramientas abiertas de evaluación de impacto para mejorar sus métricas.
¿Cuál es la dimensión B de nuestro país? La respuesta es que este movimiento que llegó a España en 2014 hoy agrupa alrededor de 300 empresas B Corp, con una facturación agregada de 16.000 millones de euros y 30.000 trabajadores, aunque unas 10 mil podrían estar usando sus herramientas.
Algunas son tan conocidas como Danone, nombrada internacionalmente, y en nuestro país destacan Estrella Galicia, Central Lechera Asturiana o Veritas en alimentación y bebidas; Triodos Bank e Imagin en banca; ISDIN es otra de las marcas más famosas, ademas de Ferrer o Chiesi, en dermocosmética y farmacia; Trendsplant o Twothirds en el sector de la moda; o LC Paper en la fabricación de papel.
También en la industria del cuidado personal, como la reconocible Rituals; en el sector de la consultoría, como Galaica Consultores o Apple Tree; en el de la música como Altafonte; o en la hostelería, la cadena Artiem Hotels.
Vivimos tiempos VUCA, como señalan los expertos, "volátiles, impredecibles, complejos y ambiguos". Tanto es así que, como responde a ENCLAVE ODS Montse Sellarès, dircom de B Corp Spain, "4 de cada 5 personas en la mayoría de los países desarrollados opina que cualquier tiempo futuro será peor (Edelman Trust Barometer, 2025) y el 88% de la sociedad española cree que las empresas deben considerar a todos los grupos de interés, no solo a los accionistas (B Lab Spain, 2024)".

Presentación de los nuevos estándares de B Corp. Cedida
Para Sellarès, una buena definición de propósito en el contexto empresarial "podría ser simplemente una razón de ser, aquello que orienta sus decisiones y operaciones hacia la generación de un beneficio social, económico y ambiental. Desde B Corp, entendemos el propósito como algo transversal, vinculado al modelo de negocio y que genera un doble retorno: no sólo contribuye al negocio, sino que también contribuye a dar respuesta a las expectativas de los grupos de interés y fomenta la perdurabilidad de la compañía".
Sellarès comparte algunas otras cifras que explicarían un movimiento B corporativo, la verdadera razón por la que existen tantas empresas dispuestas a pasar por el proceso de certificación —y recertificación cada cierto tiempo— para acreditar su propósito.
"2,5 planetas Tierra es la cantidad de recursos que consumimos hoy para cubrir nuestras necesidades y demandas (WWF, 2024), cuando el 82% de la energía consumida en el mundo proviene de combustibles fósiles (Energy Institute, 2023). Sabemos que el 71% de la humanidad vive en regímenes autocráticos, con un incremento de 25 puntos en solo 10 años (Universidad de Gotemburgo, 2024)", asegura.
Cambios en la certificación
La noticia que esta semana anunciaba B Corp a nivel global es de gran calado, quizás la más importante de sus veinte años de historia. Lucas Hunter, directivo a nivel europeo de B Corp y Country Director de B Lab Spain explica a ENCLAVE ODS el por qué del lanzamiento de estos nuevos estándares en este momento.
"Estamos entrando en una nueva era de la sostenibilidad, donde ya no basta con buenas intenciones, sino que es necesario un desempeño temático, medible y accionable. Esta transformación responde a desafíos urgentes —como la crisis climática, la desigualdad social, nuevas expectativas hacia las empresas o la complejidad normativa— y refuerza nuestro rol de liderazgo como movimiento empresarial con propósito".
En diciembre de 2020, el movimiento B Corp inició para ello esta "séptima evolución de sus estándares" con el objetivo de "mejorar la claridad de los requisitos, maximizar el impacto y mantenerse alineado con los principales desafíos globales". Tras cuatro años de trabajo, dos consultas públicas y la colaboración mundial de expertos y grupos de interés, los nuevos estándares publicados esta semana son fruto del proceso participativo más amplio y significativo liderado por B Lab en su historia nacional.
"Desde el inicio del proceso, se han recibido más de 26.000 comentarios, aportaciones y sugerencias de personas expertas, empresas, organizaciones de la sociedad civil y aliados estratégicos procedentes de 67 países. Este enfoque abierto y multiactor ha permitido construir un marco que sea a la vez ambicioso, coherente y aplicable a nivel global", señala Hunter.
En la descripción de Lucas Hunter, se pasa "de un sistema de puntuación acumulativa y flexible previo, de 80 puntos" a "un modelo estructurado con criterios obligatorios en siete temas de impacto con criterios obligatorios en siete áreas clave como la gobernanza, los derechos humanos, la justicia social o la acción climática, los nuevos estándares ofrecen una estructura clara para que el propósito deje de ser una declaración aspiracional y se convierta en un compromiso medible".
¿Qué se busca al realizar este cambio? "Con ello, buscamos elevar el listón, y facilitar a las empresas un proceso más claro y orientado a la acción, a través de herramientas como la nueva B Impact App, que permite trabajar por áreas y mejorar aunque no se busque la certificación completa. De este modo, los estándares se convierten aún más en una hoja de ruta accesible más práctica para cualquier organización", añade Hunter.

Lucas Hunter, director ejecutivo interino de B Corp. Cedida
Estas siete áreas, desde acción climática y derechos humanos hasta gobernanza de partes interesadas o justicia social, se han seleccionado "no solo por su relevancia transversal, sino también por su alineación con los desafíos más urgentes del presente y los marcos internacionales más reconocidos".
Para asegurar una coherencia global con una aplicación localmente relevante, los nuevos estándares B Corp incorporarán mecanismos de contextualización innovadores que permiten adaptar los requisitos según el tamaño, sector y ubicación geográfica de cada empresa.
En palabras de Sellarès respecto a estos nuevos estándares, "uno de los principales objetivos ha sido precisamente hacerlos más comprensibles, accesibles y accionables para todo tipo de empresas".
Este enfoque integral no solo mejora la comprensión técnica de los estándares, sino que facilita su implementación, "democratizando el acceso al modelo empresarial B Corp y refuerza su potencial transformador a escala global".
Para lograrlo, continua, "se ha trabajado en las dimensiones del lenguaje, eliminando ambigüedades, se ha conectado con normativas y estándares ya existentes (como GRI, SBTi o Fair Trade), se ha traducido a un total de seis idiomas, se han creado estructuras modulares (para identificar qué acciones deben priorizar, cómo avanzar progresivamente y qué evidencia se debe aportar) y se ha contextualizado el estándar para adaptarse a los contextos específicos de cada empresa, buscando reconocer las diferentes realidades operativas de las empresas".
Mercado americano
En España, los sectores vitivinícola, la consultoría y el cuidado personal son 'estratégicos B'. "Estos ámbitos se encuentran en auge en España y destacan por su relevancia económica y social, su capacidad de influencia y su alineación con los valores del movimiento", relata Hunter.
"El sector vitivinícola, especialmente, por su fuerte arraigo territorial, su conexión con el entorno rural y su alta sensibilidad ambiental; la consultoría por su papel clave en acelerar la transformación de otras empresas; y el cuidado personal por su impacto directo en la salud, el bienestar y los hábitos sostenibles de consumo", añade.
En cuanto a otros sectores clave en el futuro, "el ámbito digital y tecnológico merece una mención especial por su relevancia presente. Desde B Lab Spain, apostamos por humanizar la transformación tecnológica y, en este sentido, uno de nuestros focos estratégicos este año es seguir desarrollando la alianza con la Fundación Mobile World Capital, con el objetivo de promover la sostenibilidad en esta transformación. Otros sectores con fuerte crecimiento son la hostelería o la alimentación saludable, que los consideramos estratégicos para el movimiento B Corp en España".
"Este nuevo enfoque tiene un gran potencial para dinamizar y expandir la red", explica Hunter, "por varias razones: ofrece mayor claridad, herramientas accesibles y alineación con marcos internacionales, facilitando la integración del impacto en la estrategia de negocio. También abre la puerta a empresas que no buscan certificarse, pero sí quieren trabajar en sostenibilidad a partir de una metodología exigente y reconocida".
Además, continua, "al tratarse de un enfoque modular, adaptado por tamaño, sector y geografía, abre la puerta a más empresas de distintos contextos y regiones, al tiempo que garantiza la rigurosidad del estándar".
En Estados Unidos —donde nació el movimiento B Corp y hoy se concentra el 30% de las empresas certificadas— este cambio podría tener un impacto especialmente positivo. "Aunque la región comparte desafíos globales como el cambio climático y la desigualdad, también enfrenta particularidades regulatorias, políticas, sociales y económicas", asegura.
En este contexto, añade, "la claridad, firmeza y coherencia de los nuevos estándares busca ser una respuesta potente y estructurada a las crecientes demandas de empresas transparentes que generan un impacto positivo en todos sus grupos de interés. Cada región tiene su propio contexto, pero el esfuerzo en este caso es común, seguir impulsando el liderazgo empresarial transformador que caracterizó a las primeras B Corps y que sigue siendo motor de expansión del movimiento".
"Cuando hablamos de 'elevar la ambición', nos referimos a un cambio profundo en la forma en que se define y evalúa el impacto empresarial", señala. "Con estos nuevos estándares, B Corp redefine el marco de referencia para las empresas con propósito y pasa de un enfoque basado en la suma flexible de puntos a un modelo que exige el cumplimiento obligatorio de requisitos clave en siete áreas de impacto fundamentales", explica.
Esto, dice, "significa que ya no es suficiente destacar en unas áreas y compensar con menos desempeño en otras: ahora todas las empresas deben demostrar compromisos y acciones mínimas en temas como acción climática, derechos humanos, trabajo justo o justicia social".
Además, "esta transformación alinea a las empresas con los retos más urgentes de nuestro tiempo, como la emergencia climática o el aumento de las desigualdades, y tienen en cuenta regulaciones y marcos de referencia internacionales como GRI, SBTi o Fair Trade".
También, indica, "se establece una mejora continua obligatoria, con revisiones a tres y cinco años, para asegurar que las empresas avanzan de forma tangible y constante. De este modo, se establecen expectativas más claras y rigurosas para lo que significa liderar con propósito, lo que sin duda eleva el listón para quienes forman parte (o aspiran a formar parte) del movimiento B Corp".
En resumen, se trata de "elevar la ambición implica redefinir el liderazgo empresarial para que esté a la altura de los desafíos globales, con mayor claridad, responsabilidad y capacidad transformadora".
Adaptaciones del nuevo estándar
Por ubicación. Se activa el llamado 'mecanismo de equidad', que clasifica los países en tres niveles según la magnitud de las barreras operativas: pocas, algunas o mayores dificultades. En función de esta clasificación, las empresas pueden adaptar entre un 10 % y un 15 % de los subrequisitos del estándar. Por ejemplo, en el área de trabajo justo, una empresa podrá elegir entre pagar un salario digno (cuando exista una definición clara en su país) o uno negociado colectivamente.
Por gobernanza y acción colectiva. Se podrá optar por colaborar con ONGs, participar en iniciativas locales o invertir en proyectos específicos. Además, el estándar contemplará flexibilidades en el lenguaje empleado en temas sensibles, como derechos humanos o justicia, equidad, diversidad e inclusión (JEDI). Si operar con la expresión "derechos humanos" u otra denominación puede poner en riesgo la seguridad de una empresa o de sus empleados en determinados países, esta podrá adaptar su compromiso con un lenguaje equivalente en su contexto local.
Por tamaño. Las grandes empresas y multinacionales con operaciones complejas y cadenas de suministro globales deberán cumplir con requisitos adicionales y más exigentes.
Por sector. En temáticas como gestión ambiental o circularidad, habrá diferencias entre sectores como agricultura, manufactura, servicios y retail teniendo en cuenta su naturaleza diferenciada. Así, empresas del sector de servicios con menor huella ambiental tendrán menos requisitos operacionales, pero se exigirán más requisitos en relación al tipo de clientes y los proyectos que realizan.