Albert Rivera, junto a la Ejecutiva de Ciudadanos, tras el mitin de Vistalegre.

Albert Rivera, junto a la Ejecutiva de Ciudadanos, tras el mitin de Vistalegre. Moeh Atitar

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Ciudadanos llega a las elecciones en su mejor momento, por poco

Los sondeos hubieran sido un sueño en cualquier otro momento, pero quizá no basten para ser segundos.

14 diciembre, 2015 02:06

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Ciudadanos llega a las elecciones en el mejor momento de su historia, según las encuestas. Pero necesita que se vote ya, también según las encuestas. El modelo de predicción que promedia sondeos de Kiko Llaneras muestra cómo el partido de Albert Rivera ha tocado algo parecido a lo que puede ser su techo entre el 19-20% de voto y cerca de los 70 diputados.

Esas cifras hubieran sido un sueño en cualquier otro momento de la historia del partido, pero ahora quizá no le basten para ser segundos por encima del PSOE y ser además una alternativa viable a Mariano Rajoy si el actual presidente no logra formar gobierno.

Desde Ciudadanos intentan deshinchar el globo de la segunda plaza: si llega, maravilloso; si no llega, también. Hoy tienen cero diputados, recuerdan. Así que pasar de golpe a más de 60 es un logro histórico. Aunque subidos en la ola del éxito desde las elecciones catalanas del 27 de septiembre, desde Ciudadanos ha sido difícil frenar la ilusión de sus simpatizantes.

Con el éxito y el flirteo con la segunda plaza han llegado también las dudas. Rivera suele decir en sus mítines que si gobierna, lo hará con el gobierno de los mejores, que no necesariamente tienen el carné de afiliado al partido. Es difícil que lo tengan, porque Ciudadanos es un partido nuevo en el que el talento más notable no ha llegado vía primarias o democracia interna.

Rivera reunión a 9.000 personas en Vistalegre.

Rivera reunión a 9.000 personas en Vistalegre. Moeh Atitar

El único ministrable evidente es el economista Luis Garicano -un fichaje personal de Rivera-, que ha coordinado el programa económico pero que ni siquiera va en las listas del partido. Si Rivera no es presidente, Garicano probablemente vuelva a la London School of Economics. En el mitin central de campaña, Ciudadanos mostró a sus dos estrellas más consolidas: Rivera y la portavoz del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, hipotética número 2, impresión que el mitin de Vistalegre solo hizo que aumentar.

Hay otras dudas que rodean el partido tras su subida en las encuestas: la confusión con las medidas penales sobre violencia doméstica o el pobre papel de Marta Rivera de la Cruz en el debate de TVE -que demuestra el escaso banquillo del partido-.

El lógico y mayor escrutinio no quitan que el año electoral parecía desde el principio estar planeado para Ciudadanos. Tras su aparición en las andaluzas, municipales y autonómicas en toda España, con un buen papel, pero no espectacular, llegó un cierto declive veraniego en las encuestas. Quizá los pactos andaluz y madrileño pasaron factura. Pero con los comicios catalanes y el prólogo de las generales llegó el ascenso fulgurante.

En el partido lo tomaban con precaución porque no había techo pero tampoco había un suelo claro. Si empezaba la caída, nadie sabía dónde podía terminar. Pero ahora todo apunta ya que llegarán las elecciones antes que el posible declive. La consigna aparente es evitar los errores. Rivera tuvo su mejor debate en La Sexta con Pablo Iglesias y Jordi Évole. Su peor día fue en Atresmedia en el debate a cuatro. Más tiempo en el foco podría conllevar más desgaste y polémicas.

El debate entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez de este lunes ofrece una buena oportunidad en Ciudadanos para despuntar sin arriesgar. El cómodo segundo plano de Rivera, donde podrá desde La Sexta comentar sin ser atacado, ya le puede ir bien. Quedarán sólo cuatro días para la jornada de reflexión.