Minas de Horcajo. / Foto: Wikipedia.

Minas de Horcajo. / Foto: Wikipedia.

Turismo

Organizan un ruta por uno de los lugares más espeluznantes de Castilla-La Mancha

Allí ocurrió un terrorífico suceso que fue analizado en Cuarto Milenio, el programa que presenta Iker Jiménez.

2 octubre, 2023 17:26

Hay historias que ponen los pelos de punta y la de Minas de Horcajo es una de ellas. Según cuentan, en esta pequeña pedanía de Almodóvar del Campo (Ciudad Real) desaparecieron tres niños hace muchos años y unos días después ocurrió algo dantesco: sus cuerpos fueron encontrados en medio del bosque y de ellos tan solo quedaba el esqueleto, aunque los tres tenían los zapatos puestos.

Este suceso marcó al pueblo para siempre. De hecho, el famoso programa Cuarto Milenio, conducido por Iker Joménez, puso a la localidad en el 'Top 10' de los sitios más espeluzanantes de España. Un lugar que ahora será posible recorrer a través de una visita guida y teatralizada con motivo del Día de Todos los Santos. 

Madronactiva, una empresa de ecoturismo situada en el corazón del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, ha organizado una actividad denominada "Misterios y Leyendas de Minas de Horcajo" para los más valientes. 

Esta tendrá lugar el próximo 28 de octubre, de 19:30 a 21:30 horas, y los asistentes podrán conocer a los principales persojes de la historia. Además, se hablará de la luna llena y los alunamientos, las brujas, los amuletos, los lobos y otras figuras legendarias propias de la zona. 

Las inscripciones para participar en esta ruta, no apta para menores de edad, se pueden realizar en la página web www.madronactiva.com.

Los tres esqueletos

El 1 de enero de 1901 marcó un antes y un después en Minas de Horcajo. Ese día, tres niños salieron a buscar fruta y se perdieron para siempre.   

A las pocas horas de su desaparición, el pueblo entero se organizó para buscarles sin éxito. Y tan solo tres días después de su desaparición ocurrió algo terrorífico: sus cuerpos aparecieronen medio del bosque de una manera que nada tenía que ver con una muerte fortuita.

De ellos solo quedaba el esqueleto, aunque los tres cadáveres tenían puestos los zapatos y junto a ellos estaban sus gorras llenas de fruta de madroño.

Cuarto Milenio averiguó que fueron objeto de un terrorífico proceso de sangría: "Un médico del lugar tenía un hijo enfermo de tuberculosis y se cree que este hombre asesinó a los tres niños para utilizar su sangre en la curación de su hijo".