Noticias relacionadas

Por primera vez en dos años, los españoles afrontan un verano que se parecerá a la normalidad de antes de la pandemia. Sin mascarillas ni apenas restricciones, son muchos los que ya han cogido el mapa para elegir un destino en el que poder desconectar y pasar unos días de descanso. En esta tarea, lo normal hasta 2020 era decantarse por algún punto de costa en el que disfrutar del sol y la playa. Pero hasta en esto, la pandemia ha modificado los hábitos y ha descubierto a muchos el encanto del turismo de interior, lo que le ha valido a comunidades como Castilla-La Mancha, que hasta ahora no aparecían en los primeros lugares de los rankings turísticos, para exhibirse como destinos veraniegos.

"En estos dos años, al no tener una gran dependencia internacional, hemos amortiguado mejor la caída de viajeros y hemos conseguido fidelizar a nuevos visitantes que tal vez no nos conocían," asegura la directora general de Turismo de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Ana Isabel Fernández Samper, quien no tiene dudas de que su comunidad ha salido fortalecida gracias a su modelo de "destinos seguros, cercanos y ligados a la naturaleza."

El pasado verano, en Castilla-La Mancha se observó un fenómeno que hasta entonces no habían detectado. "La gente ya no solo hacía reservas para pasar un fin de semana o unos días en la región, sino que reservaba por semanas o quincenas," explica Fernández Samper. De ahí, que de cara a esta campaña, el reto sea consolidarse como una alternativa real a los destinos veraniegos tradicionales.

Parque Natural del Alto Tajo. Foto: Turismo de Castilla-La Mancha

Parque Natural del Alto Tajo. Foto: Turismo de Castilla-La Mancha

"Está claro que es muy difícil competir con comunidades como Canarias, Baleares o Andalucía que reciben a millones de viajeros y que son un pilar de la estrategia turística del país; pero en estos dos años hemos crecido, salimos de la pandemia muy bien posicionados y para muchas personas estamos entre sus opciones," agrega.

Estos buenos augurios se sustentan, en buena parte, en la explosión vivida esta Semana Santa. Coincidiendo con el fin de las mascarillas, la comunidad castellano-manchega ha registrado una ocupación superior a la de 2019, un dato histórico de empleo ligado a sector con cerca de 48.000 trabajadores y un aumento en el gasto turístico por encima del 40% en relación a hace dos años. Así lo demuestra el último informe de BBVA Research 'Análisis de flujos turísticos nacionales en tiempo real' que sitúa a Castilla-La Mancha como la segunda comunidad autónoma que más ha crecido.

Imagen de Cuenca durante la procesión de las Turbas.

Imagen de Cuenca durante la procesión de las Turbas.

Esta estampa de ciudades y localidades repletas de visitantes, también ha llevado a esta región a ser la comunidad con mayor grado de recuperación en pernoctaciones con cerca del 90% de la cifra total que se dio en 2019. En destinos rurales, el registro es aun más positivo al haberse superado ya los guarismos de aquel año, el de mayor ocupación de toda la historia.

Turismo internacional

El destino que más viajeros extranjeros recibe en Castilla-La Mancha es Toledo. Tradicionalmente, hasta la capital regional llegan todos los años miles de turistas desde muchos puntos del mundo para conocer su rico patrimonio monumental. Lo normal es que llegasen en grupos, principalmente desde Madrid, para realizar la visita en el día. Sin embargo, antes de la pandemia era cada vez más común que muchos de ellos también se quedaran a dormir hasta conformar un 30% de las pernoctaciones totales en la ciudad, por encima del 20% de la media regional. Con los datos de este mes de marzo en la mano, Toledo se sitúa como la provincia que encabeza la recuperación con un 775% más de viajeros y un 436% más de pernoctaciones en relación al mismo mes de 2021, lo que en buena medida se explica por la reactivacion del mercado internacional. 

Para conseguir este buen posicionamiento, las administraciones castellano-manchegas y el sector empresarial han logrado configurar una oferta amplia y original. Un ejemplo de ello es la red de estacionamientos para autocaravanas que ha puesto en marcha la Diputación de Ciudad Real.

"En un principio era un nicho muy específico que tenía que ver con viajeros que venían de países de Europa pero con el tiempo se ha convertido una tendencia cada vez más en auge," sostiene Ana Isabel Fernández Samper. De ahí, que municipios, diputaciones y la propia Direccion General de Turismo a través diferentes líneas de ayuda apostaran por dotar de unas infraestructuras que según reconoce "atrae un tipo de turismo que antes no atraías."

Los Fondos Next Generation también se presentan como una oportunidad para la comunidad castellano-manchega para seguir creciendo y apuntalando su modelo turístico a través de proyectos transformadores. En este sentido, ya existe un montante asignado de 100 millones de euros a repartir en tres anualidades.

Foto: Turismo de Castilla-La Mancha

Foto: Turismo de Castilla-La Mancha

En 2021 se aprobó una primera tanda por un importe de 35 millones de euros. Se trata de los planes para Toledo, Talavera, Hellín, Campo de Calatrava y la Ruta Literara de la Alcarria con ayuntamientos y diputaciones. A ellos hay que sumar proyectos propios de la Junta como una ruta de cicloturismo por toda la región, observatorios de turismo astrológico o la creación de una web de turismo. Todos ellos tienen un plazo para ejecutarse de tres años.

De cara a 2022, la cantidad asignada es de 38 millones de euros y el plazo para presentar los proyectos concluye el 17 de mayo.

Estos recursos se unen a los que llegan directamente a la Dirección General de Turismo a través de los Presupuestos Generales de Castilla-La Mancha y que este año han alcanzado la mayor cifra de la historia destinada a promoción e implementación de planes y proyectos.

Por el momento, dentro de esta apuesta turística Castilla-La Mancha descarta la implementación de una tasa turística como la que ya funciona en otras comunidades autónomas. Otro punto a favor para atraer visitantes que consoliden el turismo como un motor de generación de riqueza en la comunidad alternativo a la costa.