La gastronomía castellanomanchega se caracteriza por lograr una sinergia entre entre sus productos y su cultura, que se logra en sus exquisitos y contundentes platos que combinan tradición y buen gusto. Las migas, las gachas, las carcamusas, los duelos y quebrantos, los gazpachos manchegos, el pisto, el morteruelo o el atascaburras son algunas de las recetas más famosas de la región.

Características como la humildad, con una cocina transparente que no entiende de excesos ni extravagancias, la sencillez, la conservación en el tiempo y el orgullo identitario forman parte de una gastronomía que se puede disfrutar en Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Albacete y Guadalajara.

En Castilla-La Mancha, la lista de restaurantes donde comer bien no para de crecer, ofreciendo propuestas para todos los gustos. Por ello, te invitamos a conocer varios establecimientos de las cinco capitales de provincia de la cuna del Quijote.

Toledo

La Orza: situado en la judería toledana, ofrecen una propuesta de cocina basada en la tradición, el producto y el estilo libre, con una selección de productos de la provincia reinterpretados. Su plato más representativo es el lomo de orza con un semifrío de queso añejo y piñones tostados. También destacan los espárragos verdes del Valle del Tiétar con una yema de huevo y una crema de garbanzos, el bacalao confitado a baja temperatura con pilpil de azafrán de Consuegra y el tataki de venado con un puré de batata, una salsa demi-glace de ciervo y emulsión de yogur con cítricos.

La Orza. Foto: Raíz Culinaria Castilla-La Mancha.

La Fábrica de Harinas: enclavado Enclavado en el corazón de Toledo, a través de sus platos, son capaces de explicarnos la historia de la ciudad de las tres culturas. Su carta se caracteriza por contener platos tradicionales toledanos adaptados al siglo XXI, pero sin perder su esencia. Las materias primas, de kilómetro 0, son de primera calidad, acordes al nivel de la carta y menús. La carne de caza ocupa un lugar privilegiado en este restaurante.

Ciudad Real

Mesón Octavio: la huerta, los guisos y la carne de caza son los grandes básicos de la carta de este restaurante que se ha convertido en una referencia gastronómica de Ciudad Real y que cuenta con un sol Repsol. Todo en su carta respira tradición, sin olvidarnos de la decoración, el ambiente y, por supuesto, una cocina que se plantea las cosas de una manera propia y atrevida.

Mesón Octavio. Foto: Raíz Culinaria Castilla-La Mancha.

Asador San Huberto: se trata de un restaurante con una trayectoria ya de más de 25 años, especializado en elaboraciones en horno de leña de encina, entre las que destaca el cochinillo y el cordero lechal, así como sus chuletillas a la brasa. San Huberto aúna un cuidado servicio con los mejores sabores y aromas de los pescados, mariscos y carnes nacionales. Además, cuenta con más de 300 referencias de vino para resaltar los platos y complementar sabores.

Cuenca

Trivio: emerge en el corazón de Cuenca como una montaña de sabor. Con su cocina sencilla, pero contundente, recuerda la tradición y la esencia de Castilla-La Mancha. La oferta gastronómica de Trivio destaca por su simplicidad y calidad, así como por su culto a los productos locales. Las elaboraciones de este restaurante están en constante evolución, recibiendo influencias de la cocina moderna y ofrecen la oportunidad de perderse en un mundo de sensaciones. Cuenca con una estrella Michelín y un sol Repsol, por lo que se erige como referente en la "cocina de secano", aprovechando los cereales de la región para trabajar con ellos desde todos los puntos de vista.

Raff San Pedro: ubicado en el corazón del casco antiguo de Cuenca, invita a recorrer la historia de la ciudad a través de una cocina que respeta la base tradicional, pero adaptándola a la actualidad sin perder su esencia. El ajoarriero con contrastes dulces y ahumados, el mojete o el arroz meloso de monte bajo son algunos de sus platos más destacados.

Raff San Pedro. Foto: Raíz Culinaria Castilla-La Mancha.

Albacete

Cuerda: en el albaceteño barrio de ‘El Pilar’ nos topamos con este restaurante tranquilo, cercano y profesional, para disfrutar de una amplia y excelente oferta gastronómica y una extensa carta de vinos. La creatividad y la innovación en los platos tradicionales son su seña de identidad

Don Gil: tradición y modernidad conviven en este restaurante albaceteño de parada obligatoria. La materia prima que usan es de primera calidad. Trabajan con productores de la zona para hacer con sus productos una excepcional cocina manchega novedosa y actualizada. La paletilla de cordero lechal y los arroces son los imprescindibles en este lugar.

Guadalajara

Biosfera: sin salir de la ciudad, en este restaurante podremos disfrutar de productos cercanos, de agricultores y ganaderos del entorno. Cuenta con todo lo que rodea a esta provincia, ya sea caza, aceite, vino o aromáticas, con una cocina de fusión interpretando el producto local con técnicas basadas en los cinco continentes. Cuando hablamos de producto local, hablamos de Biosfera, de la Alcarria y su miel, presente en muchas de las elaboraciones.

Las Llaves: a tres kilómetros de Guadalajara, en la localidad de Marchamalo, descubrimos un refugio de la gastronomía, de la tradición del buen comer y la innovación en el paladar. En sus más de 25 años de trayectoria, la constancia y el afán de mejorar y no dejar nunca de evolucionar han fraguado lo que es hoy Las Llaves. La ensalada de faisán escabechado con mango, el carpaccio de gambas con virutas de foie, los muslitos de codorniz con soja, el tartar de atún rojo, el solomillo de vaca gallega o la carrillera estofada con crema de boniato son algunos de los platos con los que te sorprenderán en este restaurante que defiende y cuida de una manera mimada el producto.

Las Llaves. Foto: Raíz Culinaria Castilla-La Mancha.

Puedes encontrar mucha más información detallada en la web de RAIZ CULINARIA, la marca que aglutina a restaurantes y chefs embajadores de la gastronomía de Castilla-La Mancha, sus recetas y platos más icónicos y los productos agroalimentarios que da esta tierra y que son la base y el fundamento de una gastronomía única y auténtica.