La pandemia de coronavirus, por suerte, es cosa del pasado. Aunque se siguen produciendo contagios, desde la aparición de las vacunas, la gravedad de la COVID-19 ya no es ni mucho menos comparable con aquellos funestos meses de 2020 y 2021. La única reminiscencia que quedaba de esa etapa marcada por las restricciones de movilidad y las protecciones contra el contagio era la obligatoriedad de seguir utilizando mascarilla en los centros sanitarios y en las farmacias.

Y como todo hacía indicar, este mismo viernes, el Ministerio de Sanidad ha informado a las comunidades autónomas que pondrá fin a esta norma en próximas fechas, por lo que el uso de mascarillas dejará de ser obligatorio en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias. Ahora queda que el Consejo de Ministros apruebe el real decreto correspondiente, un hecho que podría ocurrir el próximo martes, aunque no se han concretado los plazos.

La decisión ha sido transmitida a las regiones en el Consejo Interterritorial del Sistema de Salud (SNS), donde las regiones se han mostrado a favor de acabar con la obligatoriedad.

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Tal y como adelantaba EL ESPAÑOL – EL DIGITAL CLM, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha defendido esta postura esta misma tarde durante la reunión para "ir ganando terreno a la normalidad" y decir adiós a las mascarillas en los entornos sanitarios.

Así lo comunicaba el consejero de Sanidad castellano-manchego, Jesús Fernández Sanz, durante una visita que ha realizado al Hospital General Universitario de Ciudad Real. A preguntas de los medios de comunicación, explicaba: "Ha bajado el número de casos y, sobre todo, la manifestación clínica y el uso de camas hospitalarias, por lo que la posición adecuada y lógica es seguir ganando terreno a la normalidad".

El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz. Europa Press

No obstante, pese a que "Castilla-La Mancha estaría a favor de dar un salto cualitativo en la vida de las personas y volver a la casi absoluta normalidad", ha emplazado a la opinión de los técnicos para tomar una determinación.

El pasado mes de abril, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, pronosticó que "pronto" se eliminaría la mascarilla de farmacias, hospitales y residencias de ancianos, algo que todavía no ha ocurrido.

Simón aseguró que sería más responsable que la mascarilla dejase de ser obligatoria primero en las farmacias.Más reticente se mostró en lo referente a los centros sanitarios y sociosanitarios con una población vulnerable, donde "no estaría de más mantener un tiempito más" su uso obligatorio en espacios comunes para evitar la entrada de virus a través de visitantes y trabajadores.