El alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal, esta haciendo un esfuerzo titánico por sacar adelante una ciudad que no ha tenido suerte con sus gobernantes a lo largo del periodo democrático y que sigue pagando las consecuencias de ello. Pese a todo, Cuenca es una de las ciudades más atractivas y hermosas de nuestro país y de las que gozan de un patrimonio histórico, artístico y natural inapreciable. Le falta el toque de un mayor desarrollo industrial y le sobra el proceso, cada vez más dramático, de la despoblación de los pueblos de la provincia, que afecta muy directamente a la actividad económica de la capital.

Mariscal está teniendo el gran mérito de saber normalizar la economía del ayuntamiento, tanto tiempo maltratada por equipos de gobierno que no quisieron o no supieron aliviar la descomunal deuda del municipio y prorrogaron infinitamente los presupuestos locales porque fueron incapaces de gestionar la cosa pública de otra forma. Cuenca está ahora más visible a nivel regional y nacional gracias a las iniciativas de las distintas administraciones, especialmente el propio ayuntamiento y la Diputación Provincial que preside Benjamín Prieto, compañero de partido de Mariscal.

Es en el día a día donde Mariscal se encuentra con algunas dificultades en su trabajo como alcalde. Y eso, a veces, le pone nervioso. Prueba de ello es el mensaje que dejó ayer en su cuenta de Twitter contra los medios de comunicación: "Lamentable que haya medios que por tener más audiencia o más clics se dediquen a generar y airear polémicas estériles que no ayudan a la normal convivencia. Luego se preguntan y hacen jornadas sobre el pesimismo endémico. Si por lo menos contarán la verdad. Buenos días!". Y se quedó tan tranquilo. No se sabe a qué medios se refiere, aunque lo de las "jornadas sobre el pesimismo endémico" ofrezca alguna pista; al no citar a ninguno en concreto se supone que va contra todos. Es decir, que todos nos estaríamos dedicando a "generar y airear polémicas estériles" con el avieso propósito de tener mas audiencia.

Puede que una vez más se esté tratando de matar al mensajero cuando, de hecho, ni siquiera sabemos a qué "polémicas estériles" se refiere con tantas como hay a diario, estériles o no. Puede que ayer amaneciera enfadado por lo de la Asociación de Vecinos del barrio de Villa Román y así, en caliente, viendo la prensa a las ocho y media de la mañana, le dio el alberete y escribió un tuit faltón e innecesario. Y lo de la Asociación es un problema interno de ellos que le ha pillado por medio a Mariscal. Si es que es eso lo que le cabreó. Pero cualquiera sabe.