Editorial

Realidad y expectativas de desarrollo industrial en Castilla-La Mancha

7 agosto, 2017 00:00

Castilla-La Mancha es una comunidad históricamente de bajo desarrollo industrial que ha mermado siempre su expansión económica y sus posibilidades de empleo. Es tradicional que muchos sectores de la región pidan planes industriales y el fomento de la llegada de empresas a la comunidad castellano-manchega, aunque esta vía de desarrollo no termina de cuajar en una tierra con mucha fuerza rural y dónde no terminamos de acertar con un modelo de crecimiento adecuado. Situada en el eje de la España pobre, Castilla-La Mancha quiere e intentar afianzar un crecimiento industrial y sostenible pero no siempre lo consigue.

En los últimos tiempos, y después de una larga y dura crisis que ha maltratado intensamente a Castilla-La Mancha, parece que en algunos puntos de la región empiezan a verse posibilidades de industrialización que sirvan para recuperar los pasos atrás que se han dado en la última década. Distintos puntos del Corredor del Henares en Guadalajara, la comarca de La Sagra en Toledo y el Corredor más próximo a Madrid por la autovía A-42 alumbran proyectos que pueden alentar algunas esperanzas importantes, y ello por no citar las importantísimas opciones que ahora mismo están apareciendo en la localidad ciudadrealeña de Puertollano después de un sustancial desplome económico que ha deprimido a toda la zona. En Talavera, la ciudad económica y laboralmente más castigada de toda Castilla-La Mancha, las expectativas son pocas pero alguna se puede albergar a partir de la ansiada plataforma logística y el desarrollo del tren, si bien todo está en el aire.

El futuro industrial sigue siendo incierto en Castilla-La Mancha, pero al menos hay algunas expectativas. La realidad es tozuda y complicada pero tal vez pueda llegar a ser esperanzadora. El Gobierno de Emiliano García-Page tiene en sus manos la responsabilidad de empujar hacia adelante todos los proyectos que hay en marcha ahora mismo y promover nuevas iniciativas que supongan riqueza, crecimiento sostenible y empleo para la sociedad castellano-manchega.