Muchas cosas que contar del último partido que quedaba pendiente de la primera ronda de la Copa JCCM-Trofeo Castilla-La Mancha en Juego y eso que solo se pudo disputar la primera mitad. Y es que un fallo en la iluminación en el Salto del Caballo provocó que el árbitro decretara la suspensión del Toledo-Torrijos en el descanso cuando solo se habían disputado 45 minutos.

Desde el comienzo, quedó claro que el choque no tenía los tintes de un ensayo veraniego al uso. En el primer minuto de juego, una dura entrada de Mamau sobre su excompañero Álvaro Antón obligó al veterano futbolista a retirarse del terreno de juego lesionado. Poco después, el Torrijos confirmaba los peores pronósticos: fractura de peroné que obligará al futbolista a estar fuera de los terrenos de juego una larga temporada.

Este lance caldeó y encendió los ánimos, hasta el punto de que el técnico local Esteban Becker fue expulsado poco después por protestar tras otra dura acción, en esta ocasión de un jugador del Torrijos sobre Mamau.

En lo que tiene que ver con lo puramente deportivo, durante los 45 minutos de partido se vio a un Torrijos más asentado, dominador y creador de la mayor parte de las ocasiones. Óscar Cabo, uno de los más destacados, abría el marcador en el 36' con un disparo raso al que no llegaba Jony, mientras que Camacho hacía las tablas para el Toledo un par de minutos después aprovechando un balón desde la banda derecha.

Tras el paso por vestuarios, el fallo eléctrico obligó al árbitro a suspender el choque, que se reanudará, por acuerdo entre los clubes, este sábado a las 10:00 horas.