El Real Madrid está muy cerca de experimentar una situación que parecía que nunca llegaría. Luka Modric toca a su fin. El centrocampista croata tiene 37 años, camino de los 38, y aunque era una cuestión lógica que sus mejores partidos ya estaban disputados, parecía imposible pensar en el ocaso de un jugador histórico con una fuente de talento que se acercaba a lo inagotable. 

Sin embargo, el centrocampista balcánico está dentro de los 100 días de su contrato con el Real Madrid, el cual termina el próximo 30 de junio. Concretamente le restan 91. Por eso, el club blanco tiene que deshojar la margarita de su futuro y decidir qué va a hacer con un futbolista que es emblema y leyenda absoluta de la entidad merengue. 

Una situación que nunca es fácil ya que hay que poner en la balanza el pasado, el presente y el futuro. Pero sobre todo, el rendimiento del jugador, su importancia en el vestuario y también la confección de la plantilla de cara a la próxima temporada. Se podría decir que es la primera vez que el Real Madrid no tiene claro qué hacer con Luka y por eso no hay una oferta formal y oficial encima de la mesa, una situación muy diferente a la de jugadores como Kroos o Benzema, con quien sí hay conversaciones para su continuidad. Ellos también terminan contrato este 30 de junio. 

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En el Real Madrid piensan que Modric se ha ganado el derecho a decidir qué hacer con su futuro, si es el momento de salir del conjunto blanco o si directamente decide colgar las botas. Sin embargo, también confían en que esta decisión se produzca pensando no solo en su interés personal, sino teniendo un pensamiento de club. De la decisión que se tome con Modric dependerán también las que se tomen con otros jugadores de la plantilla y del mercado. Modric es ahora mismo una cuestión de estado en el Bernabéu.

Dudas con su rendimiento

Uno de los factores más importantes en el 'caso Modric' es su rendimiento. Por primera vez en el Real Madrid tienen dudas de si el croata tiene nivel para la primera plantilla. Su calidad está fuera de cualquier debate, pero este curso ha evidenciado, por culpa también del Mundial, que no está para llevar el peso del centro del campo en un equipo que debe aspirar a todos los títulos temporada tras temporada. 

Los bajones en el rendimiento de Luka este curso han sido los más grandes desde que llegó a la 'Casa Blanca'. Lógicos e incluso pequeños para un jugador de casi 38 años. Sin embargo, la enorme calidad de Modric y su increíble físico hacían creer que el croata iba a ser eterno, hecho que realmente era imposible. 

Modric se lamenta tras una ocasión fallada en la frontal del área. REUTERS

Por primera vez, Ancelotti ha sido cuestionado en repetidas ocasiones si era el momento de romper la histórica pareja que Modric y Kroos han formado juntos en el mediocampo. La salida de Casemiro tampoco ha contribuido a su perpetuidad un curso más. Pero dentro de esta aparente situación negativa, Modric ha demostrado año tras que es capaz de resurgir como ya demostró durante la eliminatoria frente al Liverpool en Champions. Luka tiene unos meses por delante para ganarse esa renovación en el césped, pero su decisión de intentar llegar con Croacia hasta la Eurocopa de 2024 no suma.

Ahora, el Real Madrid debe decidir qué hacer. O garantizar un adiós de Luka por todo lo alto, sin que su rendimiento genere excesivas críticas, u ofrecerle un rol totalmente secundario, que pueda aportar en determinados momentos y que sirva de apoyo del vestuario. Una situación que ya experimentó Marcelo el pasado curso. 

El efecto dominó

El Real Madrid tiene urgencia por resolver la situación de Modric para poder confeccionar la plantilla del próximo año. Y es que unas decisiones irán permitiendo descifrar las siguientes. El club ahora mismo parece más partidario de renovar a Toni Kroos, por lo que el alemán ocuparía un puesto en la medular del 2024. Quien no está tan cerca ni mucho menos es Dani Ceballos. El utrerano, a pesar de su repunte de final de curso, está más fuera que dentro. 

Y el caso de Luka Modric, además de a estos dos, va estrechamente ligado al de Jude Bellingham. El británico es el gran objetivo para este verano y la salida de Modric haría que el club madridista se lanzara con más fuerza a por el fichaje del jugador del Borussia Dortmund. Aunque no en todos los escenarios, ya que si el croata acepta ese rol secundario podría ser un buen guía para la llegada del mediocentro inglés.

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El club valoraría muy positivamente que Luka pudiera hacer esa labor de apadrinamiento como ya hizo en su día con Camavinga teniendo en cuenta el complicado historial que tienen los británicos cuando llegan a la capital de España. El asunto Modric es ahora mismo una cuestión capital con muchos detalles a resolver y sin oferta de renovación a tres meses de la finalización de su contrato.