La eliminación del Real Madrid en la Champions League ha supuesto un duro varapalo para la afición blanca y los propios jugadores. A un paso de la final de Estambul, los de Zinedine Zidane se han quedado en semis a las puertas, pero a la vez muy lejos por el nivel mostrado por el Chelsea en la eliminatoria. Han sido varios los futbolistas del primer equipo que han mandado mensajes a la afición este jueves.

Uno de ellos ha sido Toni Kroos, que colgó este mensaje en Twitter: "¡HALA MADRID! Siempre". Nacho Fernández también reaccionó y escribió: "Nos quedamos a un paso de jugar otra final de Champions. Solo podemos estar orgullosos de nuestro trabajo y felicitar a un gran rival como el Chelsea. Aún tenemos que seguir luchando por este escudo y lo haremos con fuerza Confianza siempre en mi equipo. ¡Hala Madrid!".

También Marcelo hizo lo propio, aunque en su caso desde Instagram: "Nos quedamos a las puertas de la final, a pesar de una temporada dura tenemos que estar orgullosos de este equipo y ahora a seguir trabajando para darlo todo hasta el final!!! HALA MADRID!!!", escribía el segundo capitán.

Pero el más llamativo ha sido el de Rodrygo Goes o mejor dicho el de su padre. Eric Batista colgó una foto de su hijo cuando solo era un niño, en 2013, vestido con los colores del Real Madrid. Una forma emotiva para seguir mirando hacia delante tras el traspiés europeo.

Rodrygo, de pequeño vestido del Real Madrid

El sufrimiento del Madrid

La racha de 19 partidos sin perder del Real Madrid se desplomó en el peor momento, a las puertas de la final de la Liga de Campeones, un objetivo impensable en gran parte de la temporada y que nunca sintió cerca en Stamford Bridge el día en el que falló el plan táctico de Zinedine Zidane.

Condicionado por el estado de sus jugadores, unos fundidos tras un gran desgaste como los centrocampistas Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric, que una vez más hincaron la rodilla ante el recital físico de Kanté, otros recién recuperados de sus lesiones y alejados de su verdadera identidad como Sergio Ramos o Ferland Mendy. Sin poder contar con Fede Valverde de inicio en uno de esos partidos que van con sus virtudes.

Con esos condicionantes y el aviso de la inferioridad física de la ida en el Di Stéfano, Zidane sorprendió con su apuesta. Decidió arropar a Sergio Ramos jugando con tres centrales, dos de ellos abiertos en fase de salida, Militao a la derecha y Nacho a la izquierda. Tanto espacio entre ellos que cualquier pérdida del centro del campo fue una odisea. El sufrimiento para la zaga blanca fue continuo.

[Más información: Los señalados del Real Madrid tras la eliminación en Champions: de Hazard a Sergio Ramos]