Blank Paper es un colectivo de siete fotógrafos surgido en Madrid en 2003. Sus miembros son Fosi Vegue, Antonio M. Xoubanova, Ricardo Cases, Alejandro Marote, Mario Rey, Óscar Monzón y Julián Barón. El grupo nació en un momento anterior al auge de las redes sociales y en el que no había tantos festivales de fotografía y otros eventos donde compartir experiencias con otros fotógrafos. Blank Paper se convirtió para ellos en el punto de encuentro de un interés artístico común: fotografiar lo cotidiano.

Tres años después, el colectivo creó una escuela. “Queríamos ofrecer a otras personas la formación fotográfica que nos habría gustado recibir a nosotros. Cuando nosotros estudiábamos, nuestros profesores eran fotógrafos que habían dejado de tener sus propios procesos creativos”, explica Fosi Vegue, director de la escuela, que tiene sede física en Madrid y también online. Por eso, una de las premisas de Blank Paper es ofrecer una “renovada” formación basada en la experiencia de profesores que son fotógrafos en activo, con sus propios proyectos personales en proceso de desarrollo.

La escuela funciona además como plataforma de lanzamiento de talentos emergentes y como laboratorio de nuevas tendencias. La última de ellas es el boom del fotolibro, un formato que se ha convertido en el vehículo fundamental del trabajo de los alumnos. En esta línea, Blank Paper está organizando Fiebre, el primer festival de libros de fotografía de España, que se celebrará el año que viene. La programación cultural de la escuela incluye la celebración de talleres, conferencias, presentaciones de libros y exposiciones de los alumnos, explica Miren Pastor, que fue alumna de la escuela antes de convertirse en su coordinadora. “Nuestro objetivo es ser, más que una escuela, un lugar de encuentro para todas aquellas personas interesadas en la fotografía contemporánea”.