En ocasiones los clásicos se nos rebelan por todo ese boato que los rodea y la precocidad con que nos han obligado a leerlos en la escuela. He aquí la razón de que encontremos multitud de adaptaciones incapaces de atrapar aquella esencia que los hizo universales, y de despertar la curiosidad del joven para que se atreva a zambullirse en los textos originales. Por ello son de agradecer iniciativas como la recién estrenada en Anagrama que, bajo el lema Grandes escritores. Pequeños lectores. Historias inmortales y la batuta de Alessandro Baricco, pretende rescatar -en diez volúmenes exquisitamente ilustrados y de la mano de grandes especialistas- figuras tan atractivas como Cyrano de Bergerac o el mismísmo Don Juan.

Hoy nos detenemos en el magistral paseo de Umberto Eco por la primera gran novela italiana del XIX, Los novios de Manzoni. El ingenioso narrador nos toma de la mano para recorrer con humor no solo la truculenta historia de esta pareja sino que su discurso se trenza con oportunas explicaciones sobre el contexto que ayudan a comprender la falta de vocación de tantos segundones metidos en la Iglesia. Una oportunidad única para disfrutar de la lectura, que solo maestros como Eco saben descubrirnos.