Ensayo

Construir España. Nacionalismo español y procesos de nacionalización

J. Moreno Luzón (ed.)

11 septiembre, 2008 02:00

Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2008. 327 páginas. 18 euros

A nadie le puede resultar sorprendente que los estudios sobre el nacionalismo se hayan disparado en los últimos años. Las demandas políticas de los nacionalistas se multiplicaron con la implantación de un sistema democrático que abrió la puerta a los nacionalismos periféricos. Decir que muchos de ellos eran inventados sería una redundancia tratándose de nacionalismos, pero eso no impidió que sus políticos se aplicaran a una tarea de ingeniería social y cultural que, sobre la base de cultivar sus mitos y reivindicaciones, ha incrementado la tensión política y ha creado las condiciones para un profundo cambio del sistema. No hay que esforzarse mucho estos días para encontrar ejemplos de esa situación.

Sensibles a estas tensiones políticas, pero alejados de los rifirrafes de la lucha de trincheras, los historiadores del fenómeno nacionalista han multiplicado sus análisis y, como ocurre en el caso de este libro, ofrecen visiones especializadas del fenómeno desde los compases iniciales de la revolución liberal del XIX (Segarra) hasta los discursos nacionalistas en la reciente Transición política (Balfour). Se trata, por tanto, de la presentación de una serie de ponencias que se presentaron a un coloquio que tuvo lugar en el Centro de Estudios Constitucionales en la primavera de 2006. Un trabajo que tiene el atractivo de la investigación más reciente, pero que se resiente del excesivo abuso de una jerga académica que puede producir un cierto hastío.

Una responsabilidad especial en este tipo de libros corresponde al trabajo del editor literario que tiene la tarea de dar coherencia a materiales que, de por sí, no pueden dejar de ser muy diversos en su temática y en su enfoque. Javier Moreno Luzón que, junto a José álvarez Junco, ha realizado una excelente tarea -abruptamente interrumpida- de impulso de los estudios históricos, ofrece un cuidadoso trabajo de edición en el que no falta ni el índice onomástico ni una escueta, pero esclarecedora presentación de los colaboradores en el volumen, entre los que se cuentan algunos de los historiadores más habituales en la renovación de los estudios sobre el nacionalismo. De todas maneras, su aportación más estimable es el capítulo introductorio, que recoge de forma muy clara los problemas que suscita hoy día el estudio del nacionalismo y sitúa las aportaciones de los diferentes colaboradores en un adecuado contexto, que no excluye las divergencias de opinión.

Se trata, como el mismo prologuista advierte, de un conjunto de aportaciones que tienen en común la adopción del criterio "constructivista" de considerar a las naciones como obra de los nacionalismos, y no al contrario. Esta forma de entender el nacionalismo se situaría en el extremo contrario de las visiones esencialistas que perciben a la nación como una realidad immutable que atraviesa los siglos y permite considerar español a Viriato.

Del repaso de las expresiones nacionalistas en los dos últimos siglos se desprende, sin responder a un patrón europeo, cuya misma existencia se pone en duda, el proceso de nacionalización española no fue tan débil como originariamente se pretendió y algunos ejemplos regionales (Bera-
mendi, Archilés) parecen dejar constancia de ello, así como de la vitalidad del sentimiento nacional español en momentos de cambio revolucionario, como pudieron ser los del sexenio democrático (Molina Aparicio), el ensayo republicano de 1931 (Del Pozo), o las propuestas revolucionarias que acompañaron a la Guerra Civil (Núñez Seixas). En ese sentido, resultan especialmente reveladoras las aportaciones de la historia cultural a través de los estudios iconográficos (Pérez Vejo) o del carácter simbólico otorgado a algunas figuras históricas, como la de Cristóbal Colón y la larga polémica que se produjo en torno al lugar de su nacimiento (Marcilhacy).

Las dos dictaduras del siglo XX supusieron dos momentos de recuperación del nacionalismo esencialista que es visto desde el plano de la política educativa para el caso de la de Primo de Rivera (Quiroga) mientras que, para el prolongado periodo franquista, se atiende aquí a la literatura de exaltación de las víctimas franquistas (Cazorla) o al intento de elaborar una memoria oficial a través del calendario festivo (Box). Visiones inevitablemente fragmentarias pero que contribuyen a enriquecer la imagen del nacionalismo español de los últimos dos siglos y alejan la imagen de esquematismos tan falsos como cómodos.