He aquí un libro interesantísimo, que ofrece información amplia y relevante. Es la primera biografía no autorizada del hombre que más poder político ha ejercido en el País Vasco desde hace veinte años, la primera biografía con ambición de acercarse a la verdad de una vida intensa y determinante para muchos, pues lo que había hasta ahora eran currículos más o menos oficiales e incompletos.

Es asombroso que haya pasado tanto tiempo y que hayan ocurrido en el País Vasco tantos acontecimientos traumáticos y que, sin embargo, se haya tardado tanto en explorar la figura de un protagonista fundamental como lo es Arzalluz. Una de las causas que explican esta aparente indolencia es el miedo, que condiciona tanto la vida en las tres provincias del norte. Los autores han revelado que algunos de sus interlocutores vascos durante su búsqueda de información para el libro confesaban estar dominados por el miedo a hablar. Y, al parecer, otros cuatro proyectos parecidos a éste han encontrado serias dificultades y de momento han encallado.

Esta biografía es una completa narración de la vida privada y pública del polémico dirigente nacionalista y, al mismo tiempo, una historia de los últimos años del País Vasco. Como buena biografía, bucea en los orígenes vitales de Arzalluz y, consiguientemente, entra en aspectos de su vida privada. No invade ilegítimamente la intimidad del actor pues los datos que ofrece son de conocimiento necesario para entender su personalidad, su compleja personalidad. La intimidad personal y familiar es un terreno resbaladizo protegido por la ley, pero el derecho a la intimidad no es un límite indeleble al derecho a la información. A veces, éste prevalece sobre aquél y una de las circunstancias que provocan su preeminencia ocasional es la necesidad de algunos datos para entender el conjunto. Eso ocurre con frecuencia cuando se trata de hombres públicos.

Es evidente que saber, por ejemplo, del entusiasmo franquista del padre de Arzalluz, de la profesión de éste en la Compañía de Jesús, su ordenación sacerdotal, su estancia en Alemania y cómo se produjo su secularización, es una ayuda precisa para conocer al hombre que ha dirigido la política del Partido Nacionalista Vasco en estos años. Pero más interesante que esos datos son otros que se refieren a la dimensión política de Arzalluz y que explican tantas cosas. El más relevante, en mi opinión, es la descripción detallada de las veces que el dirigente nacionalista se ha entrevistado con dirigentes de la banda terrorista ETA en su vida política, inventario que sale a la luz por primera vez y que permite ensamblar tantas piezas de la deriva del nacionalismo vasco moderado, bajo su control, hacia planes radicales "soberanistas" coincidentes con el objetivo del mundo etarra.

Los dos autores continúan con este libro su investigación periodística sobre la España actual, que incluye varias aportaciones documentales sobre asuntos muy conflictivos. Ahí está, por ejemplo, su libro El saqueo de España, publicado en 1996, que es un recorrido arriesgado por una de las etapas más sombrías de la historia reciente. En éste su último libro nos ofrecen el mismo estilo, a mitad de camino entre el reportaje y el relato literario, que si corre el riesgo a veces de menguar la credibilidad ayuda, por el contrario, a la lectura y, por lo tanto, a la comprensión.
Este Arzalluz es, en resumen, una jugosa oferta informativa sobre una personalidad política llena de claroscuros y una situación social plagada de amenazas. No puede llegar en mejor momento, cuando el protagonista de la biografía hace un último esfuerzo por condicionar la situación -tratando de consolidar su pretensión abusiva de identificar lo vasco con lo nacionalista- y cuando se juega seriamente su futuro. Claro que su futuro afecta al futuro de todos los españoles, no sólo de los que viven en el País Vasco, y eso hace que saber de él sea más que un deseo, una necesidad.