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Es el único homenaje que le faltaba a ese hombre que "no era el más honesto ni el más piadoso, pero sí un hombre valiente". El capitán Alatriste, el soldado de los Tercios de Flandes inventado por Arturo Pérez-Reverte, tendrá una estatua pública en Cartagena (Murcia), la ciudad natal del escritor.

El proyecto ha sido presentado por el propio Pérez-Reverte en la Real Academia Española, donde ocupa la silla "T". Le han acompañado la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo; el pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau, autor de todas las ilustraciones de los libros de Alatriste y también del boceto en el que se basará la estatua; y el escultor Salvador Amaya, encargado de darle forma en bronce.

Pérez-Reverte ha dicho sentirse "feliz" por este reconocimiento a su personaje, y que "el sueño de cualquier escritor es ser conocido hasta por la gente que no lee", informa Europa Press.

También ha considerado que "el monumento también es un homenaje a una España que fue grande y miserable, generosa y egoísta, corrupta y maravillosa. En definitiva, capaz de lo mejor y lo peor al mismo tiempo".

Ferrer-Dalmau ha señalado que no fue difícil hacer el boceto porque "tenía la imagen del Capitán Alatriste en la cabeza" y en un día la representó.

Boceto del capitán Alatriste, realizado por Augusto Ferrer-Dalmau, que servirá como base al escultor Salvador Amaya para realizar la estatua. Foto: Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

Pérez-Reverte ha alabado el aspecto "peligroso" del personaje en el dibujo y lo reconoce plenamente. "Es absolutamente mío", ha afirmado el escritor, después de 30 años acostumbrado a las representaciones gráficas del espadachín realizadas por su amigo Ferrer-Dalmau.

Incrustado ya en el imaginario colectivo español, don Diego Alatriste y Tenorio en realidad no tiene el rango de capitán pero así lo llaman sus hombres porque se ha ganado su respeto en numerosas campañas en las que ha compartido con ellos todo tipo de penurias.

En las páginas de la saga (que suma ocho volúmenes con la recién publicada Misión en París), al capitán a menudo no le llega el salario ni el reconocimiento que le debe España, esa "perra ingrata", pero en la vida real su figura en bronce se recortará, cerca del Palacio de la Capitanía General, contra el luminoso cielo cartagenero a partir de 2026, coincidiendo con el 30.º aniversario de la creación del personaje.

Pérez-Reverte ha rehusado pronunciarse sobre la insólita guerra entre el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el de la RAE, Santiago Muñoz Machado, en vísperas del Congreso Internacional de la Lengua Española que se está celebrando en Arequipa (Perú), y que ha continuado allí, con los dos contendientes sentados en la misma mesa.

El escritor asegura que no ha seguido la polémica de cerca y solamente ha dicho: "Las guerras son malas". Bien lo sabe quien se curtió como reportero de guerra durante 21 años en numerosos conflictos internacionales y cuyos ojos han visto todo tipo de atrocidades.

Respecto al futuro de la saga del capitán Alatriste, el escritor ha señalado que le gustaría "rematar con el noveno episodio", pero que depende de lo que le "quede" de vida. "Yo no sé si voy a vivir uno, cinco o diez años. Si vivo lo suficiente y mi cabeza aún está bien, quizá haya un último Alatriste porque lo prometí", ha afirmado.