Que se miraran a los ojos y una pistola en cada mano. Esto es lo único que le ha faltado al esperado encuentro en Arequipa entre el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, para ser un duelo al sol. En realidad, los nubarrones que sobrevolaban la Plaza de Armas de Arequipa eran un vaticinio de la tormenta.
La brecha –diríamos ya casi insalvable– entre los máximos representantes de las instituciones españolas encargadas de coordinar la décima edición del Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) se ha escenificado en la rueda de prensa de presentación del evento, celebrada en el salón consistorial de la Municipalidad Provincial en la ciudad peruana.
La polémica, cabe recordarlo, se remonta al jueves de la semana pasada, cuando García Montero calificó al director de la RAE como un "experto en llevar negocios desde su despacho para empresas multimillonarias".
Tensión entre García Montero y Muñoz Machado en el Congreso de la Lengua en Arequipa
El director del Cervantes lamentaba que la RAE no estuviera en manos de un filólogo, sino de un catedrático en Derecho Administrativo. El poeta prefería, según dejó entrever, comunicarse con Fernando Lázaro Carreter, Víctor García de la Concha o Darío Villanueva, "grandes filólogos y hombres de la cultura" con los que "estaba acostumbrado a hablar" anteriormente.
Esta ha sido una de las cuestiones que han vuelto a aflorar en la rueda de prensa de este mediodía en Arequipa. A propósito de uno de los ejes temáticos que presiden la programación del CILE, Culturas digitales e inteligencia artificial, Muñoz Machado ha insistido en que las máquinas deben hablar bien nuestro idioma.
El director del Cervantes ha devaluado esta afirmación. "No me preocupa tanto que las máquinas hablen bien el español como que los que hablan español sean planificados para hablar como máquinas", ha dicho. Interpelado, Muñoz Machado ha propuesto al público asistir a las sesiones plenarias del Congreso en las que se tratarán estas cuestiones, pues en ellas "se hablará con más autoridad".
García Montero no ha dejado pasar la oportunidad para recordar al director que él está acreditado para hablar de ello: "Soy especialista porque soy filólogo y estudio estos temas".
No ha sido el único desencuentro entre los directores. Algunos comentarios habrán sido interpretados por muchos como claras indirectas. García Montero ha aludido a la riqueza de las lenguas panhispánicas para expresar cuánto echaba de menos al presidente de la Academia de la lengua peruana en la mesa, en la que también han participado el embajador Carlos Chávez-Taffur, presidente del Grupo de Trabajo del Congreso; y Víctor Hugo Rivera Chávez, alcalde de Arequipa. García Montero ha lamentado, decíamos, los "instintos de algunos que quieren acapararlo todo".
Con todo, la declaración más sorprendente ha tenido lugar en el momento en que el director del Cervantes ha aludido, sin citarlo, a un presunto "sucesor" de Muñoz Machado en la dirección de la Academía. Según García Montero, ese futuro nombramiento "tiene mucho que ver con el comunicado que emitió el otro día la Real Academia" para salir al paso de sus propias declaraciones. Muñoz Machado ha manifiestado al respecto: "Ni idea".
En aquel comunicado la RAE expresaba "su absoluta repulsa" por unas manifestaciones "por completo desafortunadas e inoportunas". Y añadía: "Las declaraciones son especialmente lamentables".
Lo cierto es que al inicio del acto no parecía que la sangre iba a llegar al río. "Hemos venido a Arequipa a celebrar un Congreso de la Lengua". Las declaraciones de la semana anterior eran, según él, "accidentes periféricos". Y ha asegurado que no se pronunciaría sobre ello "ni ahora ni a lo largo del Congreso". García Montero, por su parte, había propuesto: "Las diferencias, que son muchas, las podemos conversar mucho después desde España". ¿Qué van a dejar entonces para la vuelta?
