Hola, amigos:

Podéis empezar a escribir sobre los abucheos.

El ganador de la semana pasada, dedicada al lenguaje inclusivo, ha sido...:

gpm
Por más que se usaba el lenguaje inclusivo, aquella mujer seguía siendo ama de casa y su marido, amo de la casa.

El microrrelato de gpm resalta con agudeza e ironía la brecha entre el uso del lenguaje inclusivo y la persistencia de roles de género arraigados en la sociedad. Aunque se puedan realizar esfuerzos para adoptar un lenguaje distinto, la cruda realidad permanece inalterada.

Este relato funciona como un espejo que refleja la contradicción entre las palabras que empleamos y la realidad que enfrentamos, que tiene su propia narrativa, lo que revela una desconexión entre la retórica inclusiva y la práctica cotidiana.

La historia sugiere que el cambio en el lenguaje no garantiza una transformación genuina en las actitudes; es más, puede suponer una mera coartada para quien mantiene tales actitudes. Además, el microrrelato subraya la limitación del lenguaje como solución para realidades complejas.

Al fin y al cabo, el lenguaje suele venir después de la realidad, y no antes, para describirla. Se plantean, así, importantes preguntas sobre la autenticidad y eficacia del lenguaje inclusivo en la búsqueda de una igualdad genuina y, en clave narrativa, se ironiza eficazmente con ello.

Enhorabuena, Gabriel Pérez Martínez, por el relato, estupendo, y por el premio.

Otros micros pudieron haber ganado:

Nuria
Las normas de evacuación eran sencillas, primero mujeres y niños y por último hombres y tripulación. Elle se hundió con el barco.

Viteri
Mientras los padres alborotaban por el uso del lenguaje inclusivo en la rotulación del parque infantil, el pedófilo hablaba con los niños.

gpm
Ella quería escribir en su lengua natal, pero la inspiración solo le venía en inglés porque en español no existían los “musos”.

Bite
Viendo el modo en que los políticos se saltaban el principio de economía lingüística, supuso cómo estarían gestionando el tesoro público.

Saludos cordiales.