Hola, amigos: 

Podéis empezar a escribir sobre las ratas.  

El ganador de la semana pasada, dedicada al error, ha sido...:  

Tono

No te asustes, por favor, como veo que estás leyendo mi epitafio he salido para advertirte de que hay un error ortográfico. 

He aquí un ocurrente y original relato conformado por la mera declaración en primera persona del espíritu de un muerto, que se dirige a un interlocutor al que podemos imaginar muy asustado, y con ello nosotros construimos la escena, la trama y el relato. El recurso metanarrativo funciona tan bien que sonreímos con la extravagancia de este fantasma —pelín neurótico— que abandona la tumba para quejarse de un mero error ortográfico en su epitafio. Es un microrrelato humorístico, irónico, que juega con astucia con las expectativas del lector y utiliza el elemento sorpresa para completar el círculo de lo que leemos. De manera que el susto imaginable del lector del epitafio se convierte en nuestra sonrisa. 

Enhorabuena, Tono, por el relato, estupendo, y por el premio.  

Otros micros pudieron haber ganado:   

DevaPrada  

Confundió sueño con realidad y echó a volar. 

Bite  

El nuevo ministro recuerda cómo se sinceró con un desconocido hace veinte años en un bar. Y lo caro que le cuesta mantenerlo callado. 

Saludos cordiales.