El título de este libro –Donde vuela el camaleón– lo ha tomado Ida Vitale (Montevideo, 1923) de un fragmento de Leonardo Da Vinci. Se trata de un enunciado cuya aparente falta de sentido se disuelve en el mundo imaginario de una autora que el 2 de noviembre se convertirá en centenaria. De ahí las celebraciones –merecidas por edad y por talento– que llegan desde todo el planeta literatura.

Donde vuela el camaleón

Ida Vitale

Lumen, 2023

120 páginas. 17 €

Vitale, inicialmente docente, exiliada en México (entre 1974 y 1984) por sus ideas políticas y más tarde afincada en Austin (Texas), ha dedicado gran parte de su vida a la escritura. Desde 2018, cuando enviudó de su segundo marido –el también poeta Enrique Fierro–, reside de nuevo en Montevideo. Miembro de la llamada “Generación del 45” y representante del esencialismo, Vitale ha compuesto versos, aunque también narraciones y ensayos, y ha ejercido de traductora y de crítica literaria. En el apartado de los premios tiene los más prestigiosos: el Octavio Paz, concedido en 2009, el Alfonso Reyes en 2014, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2015, el Internacional de Poesía Federico García Lorca en 2016, el Max Jacob en 2017 y el Cervantes en 2018, año en el que también consiguió el FIL de la Literatura en Lenguas Romances, entre otros muchos.

Vitale agrupó buena parte de su obra poética en Poesía reunida (2017), aunque más recientemente la ha ampliado con Tiempo sin claves (2021). Su prosa, tal vez menos conocida, se recoge bajo marbetes como Léxico de afinidades (1994), De plantas y animales (2003), El ABC de Byobu (2004) y la obra objeto de esta recensión, inédita en España aunque vio la luz en 1996 y que, con motivo del aniversario de su creadora, vuelve a publicar ahora la editorial Lumen.

Este libro reúne textos tejidos desde la levedad y la ligereza, con argumentos aderezados con ironía

Donde vuela el camaleón es un libro que goza de un halo poético y está formado por 27 capítulos de variada extensión, aunque todos dentro de una común brevedad. Algunos son auténticos poemas en prosa; otros, más narrativos, contienen alguna historia, fábula o alegoría, normalmente en torno a una pequeña anécdota o concepto, que encierra un fondo moral.

En esta colección, incluso, hay cabida para los mitos y los cuentos de aire fantástico. Se trata de textos tejidos desde la levedad y la ligereza, cuyos argumentos están aderezados con una ironía sistémica que deja en el lector un prolongado gesto de felicidad. Hay en ellos un gusto particular por los mitos –de Ícaro al Minotauro–, las figuras legendarias, los filósofos antiguos o por figuras como Mahoma y el Ángel Caído. Pero también por los pájaros, por las señoras (y señores) de carácter simbólico, cuyos apellidos revelan el aprecio de la autora por los colores; por lugares aparentemente insustanciales como los pasillos; por las casas, los jardines, la lluvia, los libros o las hermanas malquistadas… Pero también por las citas encubiertas y las referencias más o menos explícitas a autores literarios, entre ellos Machado de Assis, Juan Ramón Jiménez o Borges.

Aunque la nota más significativa de estos relatos es el uso que en ellos se hace del lenguaje. Ida Vitale gusta tanto de las palabras –algunas desusadas– que hay que leerla con el diccionario abierto; y es tan proclive a la creación de neologismos, al empleo de cultismos y al uso de una sintaxis compleja –de indudable raigambre barroca– que casi hay que aproximarse a su obra con hábitos filológicos. ¡Felicidades, poeta!