Pocos alter ego más famosos en la historia reciente de la literatura española que Pepe Carvalho, el legendario detective creado por Manuel Vázquez Montalbán. A través de este complejo e icónico personaje, el escritor y periodista barcelonés vertió buena parte de su ideario personal, sentimental e ideológico. Hoy, cuando se presenta la novela inédita que Vázquez Montalbán guardaba en sus archivos, hemos conocido que el primer alter ego del autor de Los mares del sur (Premio Planeta en 1979) fue un tal Admunsen, un personaje que aspiraba a ser escritor, pero estaba condicionado por el contexto político, social y económico de su país.

Los papeles de Admunsen, la novela que acaba de publicar la editorial Navona y será presentada este martes por los escritores Eduardo Mendoza y Carlos Zanón en la librería La Central del Raval a las 19 horas, estaría ambientada en "un país nórdico no identificado", tal y como apunta en el prólogo de la edición el profesor José Colmeiro, responsable del gran hallazgo literario, nada menos que la primera novela de Vázquez Montalbán, hace ahora un año. Sin embargo, asegura que "los escenarios [...] remiten con claridad a la geografía urbana barcelonesa": el Raval, el barrio chino, etc. 

Por otro lado, “la doble condena a los jóvenes esposos, la difícil etapa de reinserción, las dificultades anímicas, económicas y profesionales, los intentos de desarrollarse como escritor y la difícil continuidad de la lucha política clandestina” evidencian el poso autobiográfico de esta obra, que habría sido presentada al Premio Biblioteca Breve en la segunda mitad de la década de los sesenta según apuntó el propio Vázquez Montalbán en la primera página del manuscrito. Esto, en cambio, no ha podido comprobarse, dice Colmeiro a El Cultural. Ni siquiera contamos con el registro de una fecha.

Guardas del manuscrito de Vázquez Montalbán. Foto: Navona

Colmeiro, profesor de Filología Hispánica de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), se hallaba inmerso en un trabajo de investigación sobre la novela Galíndez cuando se encontró con un manuscrito, "una novela completa, perfectamente encuadernada y firmada de puño y letra por el autor". Los papeles de Admunsen se conservaba en una de las numerosas cajas del archivo Manuel Vázquez Montalbán de la Biblioteca de Catalunya, al que Colmeiro pudo acceder en 2022, cuando al fin se suprimieron las restricciones impuestas durante la pandemia.

"Me puse en contacto con el hijo del escritor, Daniel Vázquez Sallés", cuenta Colmeiro a El Cultural. Cuando la familia, que desconocía la existencia de esta obra, comprobó que se trataba de "una novela inédita de enorme importancia", habló con la agencia literaria María Lynch y, entre todos, decidieron que fuera la editorial Navona, responsable de la reciente edición de algunas obras descatalogadas del escritor, la que se hiciera cargo de publicarla.

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Es Zanón quien nos habla de una obra que ya contiene "los tonos, las obsesiones y las maneras" que el autor dispuso en toda su obra posterior: "el acercamiento de la alta y baja cultura, las referencias pop, unos diálogos de acidez muy carvalhiana, el retrato de Barcelona en la posguerra y muchos aspectos biográficos".

Colmeiro calcula que cuando Vázquez Montalbán escribió Los papeles de Admunsen acababa de salir de la cárcel. Sus razones se fundamentan en la temática y el año en que transcurre la novela, 1962, cuando fue condenado junto a su esposa, Anna Sallés, por participar en una huelga de apoyo a los mineros de Asturias, reprimidos por la fuerzas del régimen franquista. Además, las cuestiones que trata en la novela coinciden con los textos que había escrito en prisión. Incluso en el prólogo de esta obra sugiere Colmeiro que algunos fragmentos de la novela pudieron ser escritos en la cárcel. 

Primera página del manuscrito de 'Los papeles de Admunsen'

Una breve sección de siete páginas "sí llegó a ver la luz", según cuenta el profesor, en Recordando a Dardé y otros relatos, volumen publicado en 1969. Se trata de uno de los textos o “papeles” de Admunsen, titulado ¿Cuánto tiempo estaré aquí?, “una alucinada historia sobre la experiencia carcelaria del narrador protagonista, que apareció con ese título entre los relatos que acompañaba su primera novela publicada”.

Otra de las razones que conduce al profesor a pensar que la novela se escribió a mediados de los años sesenta es la máquina de escribir que empleó. Al parecer, el proceso de edición de la novela se tornó "laborioso e intenso" por tratarse de un manuscrito "escrito a tres colores de máquina", lo que propició "un trabajo casi de paleografía”. En todo caso, el resultado fue "muy satisfactorio", según afirma Colmeiro, porque "el valor literario es incuestionable".

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Además, se trata de "una novela muy moderna", pues introduce "elementos surrealistas, respondiendo a las claves del momento", añade el profesor. Y es que la estructura presenta una forma de collage fragmentario —"una colección de imaginarios papeles diversos escritos por un ficticio autor frustrado", se apunta en el prólogo— “para expresar la híbrida complejidad de la realidad y la imposible representación de la totalidad”, mientras que la presencia de la publicidad, la música o el cine patentiza la contemporaneidad de la obra en aquel momento.

En definitiva, Los papeles de Admunsen constituye "una crónica lúcida de una época, los años sesenta, marcada por la represión política y las luchas clandestinas", apunta en el prólogo. Por otro lado, las alusiones a "las vacaciones" o "el cochecito" ponen de manifiesto una crítica mordaz e irónica hacia "el discurso desarrollista del franquismo, según el cual todo se convierte en mercancía", explica Colmeiro a El Cultural.

Zanón asegura que "esta no es una novela de género", sino "de iniciación". Y aunque "no es una de sus grandes novelas, tiene mucha calidad. Más allá del contexto que retrata, es una novela muy bien escrita, no parece de un principiante". Lo que sí tiene claro el autor de Love Song es que "el personaje protagonista es un alter ego", pues "también es hijo de la posguerra" y, como Vázquez Montalbán entonces, "quiere ser escritor" y "tiene que subsisitir" con trabajon precarios. Se trata, por tanto, de "una novela política antifranquista" y refleja "la decepción" que para el autor supuso esta lucha.

Por su parte, Colmeiro señala que "también hay intriga" a través de los movimientos subversivos clandestinos y las persecuciones. Preguntado por los rasgos más significativos que esta novela proyecta en toda su obra posterior, el profesor no duda en señalar la referencia de la literatura artúrica, un interés recurrente de Vázquez Montalbán "desde que era estudiante". Hay un pasaje dedicado a la historia de Erec y Enide, que "está también en su poesía y da título a su última novela, publicada en 2002".

Habrá quien aún se pregunte por qué esta novela nunca fue publicada por el autor. Parece evidente que, en aquel momento, el mayor obstáculo fue la censura. Vázquez Montalbán tenía antecedentes policiales, una condena de prisión y "no se le permitía ejercer el periodismo", apunta Colmeiro. Tras la muerte de Franco, “quizá el momento ya no era propicio”, sugiere el profesor.