Cuenta la leyenda que cuando Luis Cernuda trabajó a comienzos de los años 30 en la librería de León Sánchez Cuesta, solía discutir airadamente con todo aquel que compraba mala literatura. George Orwell, en cambio, aprovechó su trabajo en Booklovers Corner para escribir y pasear, y Penelope Fitzgerald encontró inspiración para su célebre novela La librería (Impedimenta), llevada al cine por Isabel Coixet.

La librería en la colina

Alba Donati

Traducción de Ana Ciurans. Lumen, 2023. 224 páginas. 18,90 €

Para Alba Donati (Lucca, 1961), poeta laureada y responsable de prensa de una célebre editorial italiana, acostumbrada a llevar la promoción de autores como Michael Cunningham (“el escritor más guapo del mundo”), crear una pequeña librería en una colina de Lucignana, su pequeña aldea natal de 180 habitantes en la Toscana, ha sido una manera de recuperar a la niña que solo encontraba refugio en los libros del ático familiar, y de conocer también a cientos de apasionados por la lectura, jóvenes sobre todo.

Novela de no ficción, en este diario que arranca un 20 de enero y termina seis meses después, descubrimos cómo Donati es capaz de buscar en todo el mundo los calendarios de Emily Dickinson que sus clientes le solicitan, cómo encarga treinta pares de calcetines con citas de Orgullo y prejuicio, de Jane Austen, y de Alicia en el País de las Maravillas, mientras revela secretos de familia, recorre la historia de Italia y de Europa, destaca la importancia de las redes en su trabajo o cómo ahora su librería se ha convertido en cita obligada de autores y lectores, y parada de numerosas excusiones por la Toscana que no quieren perderse el encanto de un lugar rebosante de magia y seducción.

Convencida de que “cuidar de la cultura es tan necesario como hacer una buena minestrone”, el libro combina escenas cotidianas, balances de resultados y anécdotas, y al final de cada entrada del diario, los pedidos del día, de Carrère a Ali Smith o un libro español que se repite insistente... Ordesa, de Manuel Vilas.