El humorista gráfico Martín Morales murió ayer en Granada, ciudad en la que pasó la mayor parte de su vida, doce años después de sufrir un accidente doméstico: se le cayó encima la rama de un ciprés que estaba talando en su jardín. Desde entonces, interrumpió su actividad como dibujante.

Tras licenciarse en Periodismo, se instaló en Granada, y allí desarrolló toda su labor creativa. Recibió la Medalla de Oro de la ciudad y fue nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes en 2007.

Conocido como 'Martinmorales', su obra tuvo un importante calado hacia el final del siglo XX. Fue uno de los grandes exponentes de aquella generación gloriosa del viñetismo español formada por Peridis, Mingote, Forges, El Roto, Máximo, Chumi Chúmez o El Perich. Expuso sus trabajos en la sede de la Unesco en París y fue reconocido con premios tan prestigiosos como el Premio Mingote o el de la Olimpiada del Humor de Valencia. 

[La urna contra el búnker: humor gráfico en la Transición]

Nació en Almería en 1946 y su temprana pasión por el dibujo despertó los recelos de su padre, pero en los años setenta comenzó sus colaboraciones en diversos medios. Sus años de mayor apogeo tuvieron lugar durante la Transición. Comienza a trabajar en el Nuevo Diario de Madrid, Mundo Diario, la revista Mundo de Barcelona, Interviú, El Jueves o la agencia de noticias OTR.

Poco después participaría en la fundación de la revista Por Favor. Más tarde se incorporaría al Grupo Z, donde publicó sus viñetas en revistas y diarios. Desde 1994 colaboró en el diario ABC, donde se encumbró como uno de los grandes caricaturistas. Llegó tras pasar por Diario de Granada e Ideal, donde fue compañero de otros grandes del periodismo como Antonio Ramos Espejo o Rafael Guerrero.  

Entre los libros de humor gráfico de los que fue autor, destacan La España de Martinmorales y La guerra de los golfos.