Sara Morante. Ilustración: Daniel Hidalgo

Sara Morante. Ilustración: Daniel Hidalgo

Letras

Sara Morante: “Para ilustrar 'Flor fané' tuve que volver a aprender a dibujar”

Ilustradora y narradora “en dos lenguajes, el dibujo y la escritura”, Sara Morante (Torrelaguna, 1976) acaba de publicar 'Flor fané' (Astiberri), la historia de una niña que vive con un padre violento y controlador

20 febrero, 2022 15:35

¿Qué libro tiene entre manos?

La buhardilla, de Marlen Haushofer, traducida por Carmen Gauger (Contraseña).

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

Siempre insisto. Excepto si no me descubre nada.

¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?

Con Irune, Los últimos románticos, de Txani Rodríguez (Seix Barral).

¿Recuerda el primer libro que leyó?

Piopio Lope, el pollito miope, de Gloria Fuertes y Ulises Wensell.

¿Qué libro o a qué autor no leería jamás y por qué?

Ninguno, soy una lectora con la posibilidad de abandonar cuando quiera.

¿Cuáles son sus hábitos de lectura? ¿es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche...?

De papel, y doblo las esquinas, los mancho de comida y abro los lomos hasta que crujen. Pero nunca subrayo un libro, ¡qué destrozo!

Cuéntenos una experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida

De niña iba a menudo al Museo Diocesano de Santillana. No entendía nada, por eso me fascinaba y me inventaba historias con todas aquellas tallas.

¿Con este libro ha descubierto al fin quién es de verdad, una narradora que dibuja, o una ilustradora que además narra?

Soy narradora en dos lenguajes: la escritura y el dibujo.

Flor fané es bastante más oscura que La vida de los papeles: ¿pudo influirle la pandemia, viejos recuerdos de historias sospechadas, las noticias quizás?

Escribí Flor fané para comprender qué efecto tiene la violencia; cómo construir un lugar seguro; para qué sirven la imaginación y la ira. Qué sucede si las mezclas.

¿Qué le ha prestado de sí misma a Olga, la protagonista de la novela, tal vez su rebeldía o su valor?

La capacidad de evadirse y construir una ficción. Ella lo hace por supervivencia, yo para responder preguntas. Poder hacer esto es un superpoder.

¿Y qué le ha resultado más difícil, contar la transformación de la protagonista o dibujar como si fuese una niña?

Para escribir y dibujar con su voz tuve que volver a la infancia. Me resultó difícil hasta que llegué y clavé el lápiz.

¿Qué es lo que hace tan especial la mirada de Olga, su inocencia, su ingenuidad, su transformación?

La mirada de Olga pasa por distintos estados: inocencia, miedo, ira, oscuridad, revelación, rebeldía. Es su forma de mirar la luz desde la sombra lo que la hace especial.

De todos los libros que ha ilustrado, ¿tiene algún favorito?

Ariel: rompí literalmente mis trabajos anteriores para hacer esos collages. Flor fané: tuve que volver a aprender a dibujar.

¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?

Me gusta si sugiere, aunque no lo entienda. Contemplar una pieza de arte exige la creatividad del observador.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

El Cielo de Salamanca, de Fernando Gallego, pero mucho mejor donde está.

¿Qué música escucha en casa?

Hot blooded, de New Constellations.

¿Se ha “enganchado” a alguna serie de televisión?

No soy muy de series... Me gustó Black Mirror. La primera temporada. El primer capítulo.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

Ayuda a dar a conocer mi trabajo, pero no me creo demasiado ni las buenas ni las malas.

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Vivir fuera me ha dado objetividad. Me gusta la sanidad pública, el saber hacer, la gastronomía y la cultura.

Proponga una medida para mejorar nuestra situación cultural.

Reforzar las Humanidades, más escritura, ilustración y cómic en la escuela y mantener todas las formas de expresión son los cimientos del pensamiento crítico.