Empieza a leer aquí La seducción

Imagina que te piden ayuda para una venganza personal. No quieres hacerlo -para qué te vas a meter en líos- pero eres un ídolo para David, ese chico al que acaban de dar una paliza por motivos poco claros. Desde que era niño busca tu consejo, te has convertido en una especie de mentor suyo. Eres su modelo. Tú te sientes algo responsable de él y también halagado por su admiración. ¿Lo vas a decepcionar?

Esta petición desencadena la trama de La seducción (Galaxia Gutenberg), la última novela de José Ovejero (Madrid, 1958). Ganador del Premio Anagrama de Ensayo en 2012 con La ética de la crueldad, Ovejero pone en práctica en esta novela la tesis de aquel libro, en el que abogaba por "una literatura cruel que obliga al lector a mirar lo que no quiere ver". También es autor de otros ensayos como Escritores delincuentes, novelas como Los ángeles feroces, La invención del amor, así como varios libros de poemas y de cuentos.

El protagonista de La seducción es Ariel, un cínico escritor que en realidad está deseando que ocurra algo que le saque de su ensimismamiento. Tan solo necesita una inyección de realidad, dejar la pantalla del ordenador y vivir, vivir de verdad. Arriesgar. Desollarse los nudillos en la pelea si es necesario. Lo que no tiene claro es si se está metiendo en la pelea adecuada. Hay algo en esa venganza que no le convence, como si David no fuese ya la persona que él conocía, como si el rencor lo hubiese transformado. Y sin embargo: hacía mucho que Ariel no sentía tanta excitación. Hacía mucho que había dejado de sentirse protagonista. Además, de lo que está pasándole podría salir un buen libro. O al menos una aventura con Alejandra, la amiga de David a la que saca más de treinta años. Ariel no sabe cuál de las dos cosas le gustaría más.