Viñeta de Bajo el sol de medianoche, la nueva aventura de Corto Maltés.

Corto Maltés está de vuelta. 20 años después de la muerte de su creador, el autor italiano Hugo Pratt, el emblemático personaje de cómic regresa a las librerías el 30 de septiembre. Dos españoles, el guionista Juan Díaz Canales y el dibujante Rubén Pellejero, han sido los artífices de la resurrección del aventurero en el volumen Bajo el sol de medianoche. Lo editan Rizzoli en Italia, Casterman en Francia y Norma Editorial en España, en una suerte de "coproducción paneuropea", explica Díaz Canales, ganador del Premio Nacional de Cómic en 2014 y dos premios Eisner gracias a su exitosa serie Blacksad.



Desde su primera aparición en 1967, Corto Maltés ha fascinado a miles de lectores porque el personaje reúne todos los ingredientes para resultar atractivo: es un marino y aventurero al estilo Conrad; es pragmático e idealista a un tiempo; es descarado, leal, libre, valiente y encima tiene una percha envidiable. "Corto Maltés representa una bisagra entre el fin del sueño romántico, cuando el mundo estaba aún sin cartografiar, y el triunfo de la revolución industrial y los medios de masas, que es el mundo en el que vivimos desde principios del siglo XX", opina el nuevo guionista de sus aventuras.



Esta nueva historia de Corto Maltés transcurre en 1915 en Alaska y la parte más septentrional de Canadá, principalmente. Es una época muy convulsa: en Europa ya ha empezado la Primera Guerra Mundial y Canadá, que aún pertenece al Imperio Británico aunque cada vez goza de mayor autonomía, participa del esfuerzo bélico a la vez que hace frente a los alzamientos de un grupo de rebeldes irlandeses aliados con algunas tribus indígenas. Es también la época de las grandes expediciones árticas, con grandes aventureros como Matthew Henson, que fue el primero en llegar al Polo Norte junto a Robert Peary pero se quedó sin reconocimiento oficial por ser negro, el capitán estaounidense George Comer o el aventurero Joe Boyle, todos ellos personajes históricos, como casi todos los que aparecen en la serie.



Con este contexto de fondo, Corto Maltés debe encontrar en Alaska a Waka Yamada, una exprostituta pionera en la lucha por los derechos de la mujer, para entregarle una carta de su amigo el escritor Jack London a cambio de la promesa de un tesoro escondido. Por el camino la cosa se enreda, cómo no, y mucho.



Algunos años antes de morir, Hugo Pratt dijo que no le importaría que alguien retomase Corto Maltés. La editora de Díaz Canales en Italia, Patricia Zanotti, trabaja en la empresa propietaria de los derechos de autor de Pratt y cuando decidieron que había llegado el momento revivir al personaje, no dudó en encargarle el trabajo al español, gran admirador del autor italiano. El guionista eligió para el apartado gráfico a Rubén Pellejero, veterano dibujante que lleva publicando muchos años principalmente en el mercado francés y conocido sobre todo por su serie Dieter Lumpen, por su afinidad estética. "Hugo Pratt siempre ha sido un referente básico en mi carrera. Seguía su trabajo antes incluso de que inventara a Corto Maltés", asegura Pellejero.



En ningún momento han querido los españoles copiar el estilo de Pratt. "Eso no tendría ningún valor, nosotros dejamos muy claro desde el principio que debíamos mantener nuestra identidad como autores", relata Díaz Canales. Por su parte, Pellejero ha incorporado algunos elementos de Pratt a su estilo, que ya de por sí es bastante similar: "Me he acercado un poco más a ese trazo rápido y ligero tan característico de Pratt y, sobre todo, he mantenido el porte y la manera de moverse del personaje".



El regreso de Corto Maltés no va a ser cosa de un único volumen. Díaz Canales y Pellejero ya le están dando vueltas a la siguiente historia. La que ahora se publica transcurre justo después de La balada del mar salado, el primer título en el que apareció el personaje. Después, el marino se involucró en un sinfín de acontecimientos con la Primera Guerra Mundial como telón de fondo. "Tenemos un hueco muy grande para encajar nuevas historias entre 1904, cuando viajó a Manchuria en plena guerra ruso-japonesa, y 1915", revela el guionista, y suena como si hablase de alguien que existió realmente. Y es que Pratt dejó tan bien atada la biografía de Corto Maltés, repleta de viajes, acontecimientos y personajes históricos, que es contagiosa esa vaga sensación, quizá deseo, de que fuese un tipo de carne y hueso.



@FDQuijano