Teresa Berganza. Foto: Julián Jaén

Soy muy rara para leer. Los artistas somos así. Va por periodos. De repente, la historia, luego la geografía. Me he hecho hacer una biblioteca pequeña en casa, que es la que voy cambiando cada día. Medicina, pintura, investigación. En este momento, tengo lío: desde que fui hace un año y medio al Machu Pichu, me quedé tan impresionada que luego cuando bajé a Lima me quise comprar un libro, pero no encontré gran cosa. Unos iban con España, otros en contra. No encontrabas la verdad de la cultura que me llegó dentro. El único libro eran Los comentarios reales del inca Garcilaso de la Vega. ¿Quieres creer que los he leído casi dos veces? Es de cabecera, y de cabezota. No lo puedo dejar. Es interesantísimo. Está escrito en español antiguo, me tiene fascinada. Por decirte lo que leo, estoy leyendo las memorias de Lorenzo da Ponte, porque ahora que doy mis clases magistrales, trabajando tanto, tanto. Sobre el texto con música. Yo he cantado los tres dapontes, porque no sabía mucho de su vida. En El País venía un artículo de Alma Mahler y me interesé, y me he comprado sus cartas, lo más fidedigno, con sus amantes, marido, amigos. Es muy interesante, por eso me pasé a éste. Con Mozart me pasé también a las cartas después de leer varias biografías. No paro. Además me he comprado uno de Deepak Chopra sobre Buda. Otro de cabecera, de homeopatía. Soy así y así seguiré.