Una historia de amor apasionada, una comedia de costumbres, una ácida crítica de la sociedad francesa -y, por extrapolación, de la europea- o un descarado alegato a favor de la lucidez. Todo eso y más es Plataforma, una de las novelas más inteligentes que se han escrito en los últimos años, en la que su autor, Michel Houellebecq, desborda talento, cinismo, sentido del humor y buen hacer literario. Bien urdida, polémica -no se pierdan las diatribas contra el mundo islámico- e incluso, en cierto aspecto que tiene que ver con el desenlace de la historia, clarividente. Sólo un dato: los atentados de Bali sucedieron poco después de su publicación en España.