Diego Sinniger de Salas en Kokoro, de Lali Ayguadé. Foto: Edu Pérez

Laia Torrens y Roger Aixut, Juan Diego Calzada, Lali Ayguadé, Albert Boronat y Judith Pujol, Louisa Merino y Txalo Toloza-Fernández son algunos de los nombres protagonistas de Zip, un muestrario de los nuevos lenguajes escénicos que se abre el 19 en el Teatro Español con Kokoro.

El Teatro Español -también- abre las puertas a las nuevas formas de expresión. Carme Portaceli pone su sello en la programación del escenario municipal con Zip, un proyecto multidisciplinar de varios montajes que comienza el 19 de abril en la sala Margarita Xirgú con Kokoro, de Lali Ayguadé. "Vivimos un momento en el que los que pertenecemos al mundo de la creación buscamos un lenguaje que nos ayude a transmitir al público nuestras inquietudes, preguntas y reflexiones", justifica Portaceli, para quien es fundamental que ese lenguaje, en sí mismo, "ya signifique esas reflexiones y ya sea una metáfora de ese mundo en el que vivimos". Portaceli, precisa a El Cultural, ha reunido una diversidad de propuestas de narrativa no lineal: "Lo importante es cómo explicas las cosas, qué se hace para llegar al corazón. Estas compañías, compuestas por gente joven en su mayoría, aportan unas historias en las que el caos de la sociedad queda totalmente reflejado. No eligen formas convencionales para expresarse".

Cuatro personas buscan su identidad y se preguntan qué pasa cuando nos encontramos en un estado de desorientación, de incomprensión y de ansiedad, y cual es el camino de la belleza pura. Es sólo una de las ideas que guían Kokoro, un proyecto en el que Ayguadé, junto a los bailarines Anna Calsina, Nicolás Coutsier, Sergi Parés y Diego Sinniger de Salas, busca el significado profundo de la vida con la música de Josep Baldomà y la escenografía de Xesca Salvà. Para Portaceli, el espectáculo contiene un movimiento de una "organicidad sublime".

Dentro del Ciclo de las Peregrinaciones, podrá verse, con idea de Juan Diego Calzada, Pregón (19) y Faena (23) en la Sala de Ensayo y Principal, respectivamente. Ambas entregas, capitaneadas por la compañía Vértebro, tienen como referencia el folclore, el site-specific y el activismo. El viernes, 21, se representará en la fachada del teatro Mural sonoro, un espectáculo del dúo Cabosanroque que quiere ser un retablo del mundo contemporáneo. "Utilizan materiales que forman parte de nuestra vida cotidiana. Sus instalaciones son maravillosas", señala Portaceli. Laia Torrens y Roger Aixut mostrarán su catálogo de sonidos surgidos de sus collages mecánico-sonoros. El día 20 el montaje Anar de carenes al cel, de Albert Boronat y Judith Pujol, compuesto por texto, proyecciones y música en directo, creará un punto de encuentro entre tradición y modernidad tomando como referencia temas como la historia, el género o la muerte. El Espacio Andrea D'Odorico será el lugar en el que la coreógrafa Louisa Merino realice, con música de Pierre Omer, su pieza The Course of Memory, una autobiografía de la artista con recuerdos de varios años y de múltiples lugares en la que analiza la idea del otro en la vida de cada uno. El montaje fue estrenado el año pasado en el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo y es una reflexión sobre la provisionalidad de la existencia.

Del Podewil berlinés y de las salas barcelonesas Beckett y La Seca-Espai Brossa llegará a la sala Principal del Español Wohnwagen, de Rémi Pradère. Los días 21 y 22 Max Grosse y Anna Serranod dirigirán un montaje que intentará dar respuesta a cuestiones sobre el amor, la pareja, las redes sociales y la inteligencia artificial.

Finalizará el proyeco Zip con Txalo Toloza-Fernández, que presentará, con coreografía de Laida Azkona, Extraños mares arden (22 y 23), un documental escénico sobre los cuerpos que deciden habitar Atacama, uno de los desiertos más áridos del planeta, y sobre su relación con la industria minera de princpios del siglo XX, la industria armamentística y las grandes colecciones de arte. "Estamos ante una gran metáfora creada con sus propios cuerpos", sentencia Portaceli.

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