Joseph Haydn escribió una de sus partituras más sorprendentes, Las 7 Palabras de Cristo en la Cruz, en forma de siete adagios orquestales, más una introducción y el terremoto final, para la Cofradía de la Santa Cueva de Cádiz, en 1786, a modo de reflexivas meditaciones que acompañaran la lectura de la Pasión de Jesús. Más tarde, el propio compositor adaptó la obra para cuarteto de cuerda (que es la versión que se ha hecho más célebre) y finalmente, en 1795, la convirtió en oratorio, sin que perdiera su naturaleza poética y reflexiva. La grabación de la directora francesa Laurence Equilbey al frente de su impecable coro Accentus y los estupendos músicos de la Akademie för Alte Musik de Berlín (y unos adecuados solistas, entre los que brilla como siempre con luz propia la soprano Sandrine Piau), es de un emocionante equilibrio, sin ese punto de aspereza y austero dramatismo de Harnoncourt, pero también menos descarnada y posiblemente más recogida que la del director berlinés.