Bob Dylan

Vuelve a nuestro país Bob Dylan, tres años después, con su Never Ending Tour. El genio de Duluth, que aparecerá sin complejos con el Nobel de Literatura en el bolsillo, interpretará temas de sus últimos trabajos, marcados por el repertorio de Sinatra y la tradición sonora estadounidense.

Con su disco Tempest, de 2012, Bob Dylan firmaba su álbum de estudio número 35. Incluía Roll on, John, un sentido homenaje a su amigo John Lennon en el que le advertía que "es demasiado tarde para navegar de vuelta a casa". Nada más adecuado para un Dylan que lleva, desde 1988, estirando una gira interminable (Never Ending Tour) hasta el horizonte mismo de la línea blanca. Puede decirse a estas alturas que Dylan no descansa. Uno de sus múltiples biógrafos ha señalado que su vida artística ha de ser, por necesidad, más grande, rica y abundante que la privada porque la mayor parte del tiempo lo pasa sobre el escenario. Pues a partir de mañana escribirá nuevas páginas de esa inacabada ‘crónica' existencial (nunca mejor dicho si recordamos la primera entrega de sus memorias que ha publicado aquí Malpaso) en Salamanca (Pabellón Multiusos Sánchez Paraíso), dentro de los actos de los 800 años de su Universidad; Madrid (26, 27 y 28 en el Auditorio Nacional), y Barcelona (30 y 31 en el Liceo). Su legión de seguidores -entre los que se encuentran exégetas capaces de detectar el Big bang en una de sus muecas- aún recuerdan la gira de 2015, que pasó, entre otras ciudades, por Barcelona, Madrid y Zaragoza y en la que incluyó clásicos casi irreconocibles como Blowin' in the Wind y Love Sick (de su celebrado Time out Mind), y temas del mencionado Tempest.



Si hay algo que ha irrumpido en la procelosa -y celosa- ruta de Dylan y que ha marcado un antes y un después en su Never Ending Tour -atención, que cumple ya 30 años- ha sido la concesión, en 2016, del Premio Nobel de Literatura. Polémicas aparte, la capacidad de trabar (y de trovar) la tradición literaria universal -se ha reconocido heredero de Cervantes, Dickens, Melville y Homero , entre otros muchos escritores- con la música americana le convierte en un digno merecedor del galardón. Y no se hable más.



Los cerca de 100 conciertos que el genio de Duluth realiza por año dan para mucho pero lo que nos encontraremos en las comparecencias de estas nuevas citas españolas se enmarca en el repertorio que viene exhibiendo en las tres últimas entregas discográficas: Shadows in the Night, Fallen Angels y Triplicate. Publicados con asombrosa proximidad, Dylan construye con este tridente un nada disimulado homenaje a la música de su país que tanto le influyó y de la que siempre ha bebido. En Shadows in the Night la omnipresencia de Sinatra (se grabó en los mismos Capitol Studios de Los Ángeles en los que solía trabajar el intérprete de My Way) es una auténtica declaración de principios. Compuesto por diez temas grabados por La Voz entre las décadas de los 50 y 60, la melancolía, la ruptura y la soledad eran su nexo de unión. Todos apropiados para su legendaria garganta de alquitrán. "Nunca se ha ido -señalaba Dylan en la ya histórica entrevista concedida en 2015 a la revista de jubilados AARP The Magazine-. Todas esas otras cosas que pensábamos que permanecerían ya no están aquí. Pero él sí ha permanecido. Creo que lo que le resultaría más sorprendente de mi trabajo es el hecho de haber tocado estas canciones con una banda de cinco miembros. De alguna manera, estaría orgulloso del resultado".



Tampoco deberían faltar en sus conciertos de Salamanca, Madrid y Barcelona guiños a Fallen Angels, otro tributo a Sinatra -también intérprete de todos los temas que lo componen a excepción de Skylark, de Hoagy Carmichael y Johnny Mercer- y a la tradición sonora estadounidense. Algunos de los músicos de este Fallen Angels -Charlie Sexton (guitarra), Don Herron (steel guitar), Tony Garnier (bajo) y George Receli (batería), entre otros- suelen integrar la disciplinada banda de sus giras. También se han convertido en los músicos fetiche de sus últimas grabaciones, como Triplicate, el álbum con el que el Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 2007 sorprendió hace ahora un año y en el que incluyó 30 temas producidos por Jack Frost (pseudónimo con el que el bardo de Minnesota firma sus compulsivas producciones).



Será a buen seguro esta entrega la que marcará el set list de sus comparecencias españolas. The Sun Goes Down, Devil Dolls y Comin Home Late son los títulos con los que Dylan ha vallado las lindes de este triple sendero que nos lleva a las grandes referencias de su obra (bandas sonoras cinematográficas incluidas).



La coda final viene de la mano de Trouble No More, el álbum más reciente con el que Robert Zimmerman ha "clavado en el suelo" (Bowie dixit) a su parroquia. El nuevo capítulo -el 13 para ser exactos- de los también interminables The Bootleg Series salió publicado en noviembre del pasado otoño y recoge los años más espirituales del autor de Slow Train, I Believe in You y Precious Angel. Podría desempolvar alguno de estos temas pero lo que es seguro es que antes que Dios será Sinatra quien resucite en los teclados y la armónica del viejo Dylan, justo cuando los versos que le dedicó al ex beatle vuelven a ser una suerte de sortilegio para sus conciertos en España: "Haz brillar tu luz,/ Sigue adelante, /Ardiste con tanto brillo". Vamos, Bob.



@ecolote