Ignacio García en los ensayos de Manfred

El poema dramático Manfred de Schumann es una obra singular sobre texto de Byron para narrador, solistas, coro y orquesta. Usualmente se escucha su formidable obertura, una pieza de difícil ejecución, poblada de cromatismos, de anhelantes acentuaciones, de contratiempos. Quince números le siguen. En ellos se mezclan diálogos, recitados, encantamientos en los que Schumann dio rienda suelta a su vena literaria. Obra rara, original por tanto, que ahora se podrá escuchar en la sede de la Fundación March de Madrid los días 14, 16 y 17, como continuación de las anteriores experiencias que nos han permitido entablar contacto con los cuatro melodramas de Franz Liszt y los dos de Richard Strauss.



Manfred se presenta en la reducción para piano del propio compositor extraída de la partitura orquestal de 1852 y que fue la que se interpretó primero y circuló por Europa a lo lago del siglo XIX. La notable grandilocuencia del texto de Byron encuentra líricos reflejos en la escritura schumaniana. El compositor se identificaba con el héroe literario, algo que no parece extraño teniendo en cuenta los paralelismos que se establecían entre el poeta inglés y el músico alemán, como varios estudiosos han resaltado.



La obra se cierra con un magnífico réquiem aeternam poblado de densos y cromáticos contrapuntos, que serán subrayados en este caso por el piano de Laurence Verna, sólida e ilustrada pianista, encargada también de la dirección musical. La artística es cosa del stajanovista Ignacio García. Hay buenos mimbres en el resto. Manfred será el magnífico actor Pedro Casablanc. Los cuatro Espíritus se los reparten Marina Pardo, mezzo; Paloma Friedhoff, soprano; Ivo Stanchev, bajo; y Pancho Corujo, tenor. Chema de Miguel actuará como cazador, Mamen Camacho como hada de los Alpes y Némesis, Chema León como genio del mal y el impagable Emilio Gaviria como Abad de Sant Maurice. Corno inglés, tan importante, Álvaro Vega. Coro de Voces graves de Madrid que dirige Juan Pablo de Juan.